DOMINGO, 28 DE MARZO DE 2021
",... EL ESTADO IMPERI-CAPITALISTA ¡¡; se sigue transformando hasta cesar en sus actuaciones y responsabilidades económicas, hasta convertirse en aparato represor y legislador, siendo parte del aparato mundial de la nueva clase imperialista mundial; liberada de otras responsabilidades, se puede dedicar más y mejor a su papel de dominio de clase y poder de esa clase imperialista )
MIENTRAS QUE LOS DOCTOS, ILUMINADOS COMUNISTAS,...Y MILES DE CASOS MÁS,...LAS ÉLITES FINACIERAS OLIGOPOLISTAS ESTÁN EN SU TAREA IMPLEMENTANDO SUS PROYECTOS DE HACE UN SIGLO +,-- : UNA FASE NUEVA Y POTENTE DE COLONIZAR Y SAQUEAR EL SISTEMA SOLAR, ESPACIO EXTERIOR,...Y EN ESAS TAREAS VA IMPLÍCITA LA CULMINACIÓN SOBRE EL LASTRE PROLETS-MULTIPOPULAR,...DE GENOCIDIO SOBRE LA MITAD DE LA POBLACION HUMANA EN UNAS POCAS DÉCADAS,.....Y LA HUMANIDAD PARECE QUE NO SE DA CUENTA DE NÁ DE NÁ,...O ES QUE HA DECIDO DE SALVESE EL QUE PUEDA,...EL VECINOES EL ENEMIGO,...HAY QUE ACABAR CON ÉL, CON ELXS,...ETC,... ¡¡ ESE ES EL NUEVO FASCIS-NAZISMO HOLOCÁUSTICO QUE SE ESTÁ IMPONIENDO IDEOLÓGICAMENTE Y POLÍTICAMENTE,....Y ES DE RISA,...DE QUE LOS ESTADOS DANDO UNOS PORRAZOS Y UNOS GOLPES DE ESTADO DE ALARMA, DE REPRESIÓN Y ASESINATOS REALES, VÉASE EN MYANMAR-BIRMANIA,...¡¡¡¡. -- ¡¡ EN TOTÁ, PÁ-QUÉ,...ME DESGUIÑATO CON TASNTAS PALABREJAS DE LOS COJONES ECOSÍOS ANDALUCES DEL ALBORÁN,...SI COMO DICE EL DE LA VARA,...-- JOSÉ MOTA ¡¡,... -- Y YA PÁ-QUÉ,...SI ES PÁ-NÁ,....¡¡¡¡. :
LUNES, 19 DE OCTUBRE DE 2020 // POR LA, REVOLUCIÓN SOCIAL DE LA HUMANIDAD PROLETS-MULTIPOPULAR ¡¡¡¡.
PCR US // REVCOM.US // REBELIÓN,...REVOLUCIÓN SOCIAL,... O ¿¿ REVOLUCIÓN UNIVERSAL PROLET-POP. E INTERCULTURAL,...¡¡¡¡. ??.
VOTAR NO SERÁ SUFICIENTE, ¡TENEMOS QUE SALIR A LAS CALLES Y PERMANECER EN LAS CALLES EXIGIENDO A TRUMP/PENCE FUERA AHORA!
por Bob Avakian revcom.us
Parte 1
LOS DEMÓCRATAS NO PUEDEN LUCHAR CONTRA TRUMP DE LA MANERA EN QUE NECESITA SER PELEADO
En la declaración de Bob Avakian, 1 de agosto de 2020, sobre la situación crítica inmediata, la urgente necesidad de expulsar al régimen fascista de Trump/Pence, votar en esta elección y la necesidad fundamental de la revolución, hablé con este importante punto:
En esta hora crítica, se deben utilizar todos los medios apropiados de acción no violenta para eliminar este régimen del poder. Y si, a pesar de las protestas masivas que exigen la eliminación del régimen de Trump/Pence, este régimen permanece en el poder cuando llega el momento de votar, entonces, sin confiar fundamentalmente en esto, el uso de todos los medios apropiados para trabajar para la eliminación de este régimen debe incluir el voto en contra de Trump (suponiendo que la elección se celebre realmente). Para ser claros, esto significa no un "voto de protesta" para algún candidato que no tiene ninguna posibilidad de ganar, sino en realidad votar por el candidato del Partido Demócrata, Biden, con el fin de votar efectivamente en contra de Trump.
Al mismo tiempo, sin embargo, subrayé enérgicamente que:
El simple hecho de confiar en votar para expulsar a este régimen casi con toda seguridad conducirá a resultados muy malos, incluso desastrosos. Esto es especialmente cierto dado lo que este régimen ya está haciendo, y lo que Trump está diciendo, en relación con las elecciones.
El flagrante racismo y el apoyo a la violencia supremacista blanca de Trump
Cada vez está más claro que una parte fundamental de la estrategia de Trump, en relación con las elecciones previstas para noviembre, y su enfoque general para mantener el poder, es hacer llamamientos cada vez más flagrantes al racismo mediante la trompeta de un llamado a la "ley y el orden". Trump retrata las protestas en curso contra la supremacía blanca y el terror policial como violentas, y, como es típico de él, miente flagrante y groseramente sobre el alcance y las causas de esta violencia. Pinta una cruda escena de terror de ustedes, que vienen a saquear y violar —para violar las casas y la gente, especialmente las mujeres— en los suburbios, que en la visión de Trump son todos blancos. Este es un "eco" directo de las tácticas viles utilizadas por los supremacistas blancos que organizan a las turbas para linchar a los negros durante la segregación de Jim Crow, y de cómo Hitler despertó el odio y la violencia contra los judíos en la Alemania NAZI. Una vez más, los hechos no importan a Trump y a su régimen fascista y a sus partidarios, o más bien, los hechos deben ser deliberadamente distorsionados, desafiados y pervertidos en pos de objetivos literalmente asesinos.
Se ha demostrado (por ejemplo, en un estudio de la Universidad de Princeton) que, abrumadoramente (más del 90 por ciento de las veces), estas protestas contra la supremacía blanca y el terror policial no han sido violentas; y la violencia que han sido cometidas por los propios manifestantes ha sido relativamente menor (algunos incendios, saqueos y destrozamiento de algunos edificios, en áreas pequeñas y confinadas, a menudo en o cerca de comisarías de policía, nada como el cuadro de las pinturas de Trump de ciudades enteras siendo incendiadas y destruidas). Pero, más allá de eso, la mayor parte de la violencia en relación con estas protestas ha sido perpetrada por los partidarios de Trump, por la policía, que han atacado repetidamente las protestas, y por matones fascistas armados (aquellos que Trump llama "gente de la Segunda Enmienda"). Al menos 20 manifestantes han sido asesinados de esta manera. Y Trump y sus partidarios han justificado, e incluso glorificado, esta violencia por parte de los supremacistas blancos.
Los demócratas, y los "medios de comunicación principales" generalmente en el mismo campo (CNN, MSNBC, el New York Times, etc.), han tratado en gran medida de desviar el enfoque de las protestas y en cuestiones en las que se sienten que Trump es más vulnerable, en particular el manejo verdaderamente imprudente de la pandemia COVID, y cosas como declaraciones de Trump (o atribuidos a él) insultando a los soldados estadounidenses. Pero Trump continuará sus ataques racistas contra las protestas contra la supremacía blanca y la violencia policial, y sus intentos de pintar a los demócratas como atrasos de violencia y "carnicería" por "matones" negros, anarquistas" y otros "izquierdistas lejanos"; y esto tendrá el efecto de obligar a los demócratas a dedicar una atención significativa a responder a esto. ¿Y cuál ha sido la respuesta de los demócratas? Han señalado que la mayoría de las protestas han sido pacíficas, e incluso dicen que Trump quiere violencia; sin embargo, al mismo tiempo, los demócratas aceptan, en gran medida, los términos (y la trampa) que Trump ha establecido. Han puesto mucho énfasis en denunciar la violencia por parte de los manifestantes, sin dar el mismo énfasis a señalar quién es responsable de la mayor parte de la violencia relacionada con las protestas, una vez más, abrumadoramente partidarios de Trump. Los demócratas no destacan la amarga ironía de que aquí hay personas que protestan por la violencia de la policía e, incluso cuando (abrumadoramente) sus protestas son pacíficas, son sometidas a aún más violencia por parte de la policía! Los demócratas no enfatizan otra ironía evidente: aquí están Trump y sus partidarios denunciando y atacando abrumadoramente a personas que llevan a cabo protestas pacíficas contra la violencia racista, mientras Que Trump defiende los monumentos a los "héroes" de la Confederación, que libraron una guerra, en la que mataron a cientos de miles de soldados de la Unión, en el intento de preservar y extender la esclavitud.
Estrategias de los demócratas que fluyen y refuerzan el problema en sí
Hay dos causas básicas de cómo los demócratas y sus aliados responden —y no lo hacen— a lo que Trump está haciendo con sus ataques a las protestas y su historia de terror racista de turbas de "esas personas" empeñadas en atacar violentamente a personas inocentes (blancas) y sus propiedades. En primer lugar, la estrategia electoral de los demócratas se centra en ganar un número relativamente pequeño de "votantes oscilantes", en gran parte blancos en los suburbios, en un pequeño número de "estados oscilantes". Derivados de esto, y una vez más aceptando en gran medida los términos que Trump ha establecido, los demócratas ven como muy importante asegurarles a estos votantes que los demócratas también denuncian —y, por implicación, utilizarán el poder del gobierno para reprimir— la violencia que supuestamente es llevada a cabo por los manifestantes y supuestamente amenaza a estos "votantes suburbanos blancos". Aquí hay que decir que, incluso por sí solos, muy equivocados y pervertidos, es probable que se pierda una estrategia. No sólo es el caso de que, con mucho, la mayor parte de la violencia relacionada con las protestas ha sido llevada a cabo por partidarios de Trump (incluida la policía), mientras que abrumadoramente las protestas en sí han sido pacíficas; pero, incluso si la intención de todos los que protestaban fueran permanecer completamente pacíficas, incluso cuando fueron provocados y atacados por la policía y racistas armados "civiles", seguirá habiendo violencia, exactamente porque Trump y sus partidarios continuarán llevando a cabo, y para escalar, la violencia, sin importar lo que hagan los manifestantes.
Es cierto que, en este punto, el voto en algunos estados determina esencialmente el resultado de las elecciones presidenciales, de modo que, como fue el caso de Trump en las elecciones presidenciales anteriores, alguien puede perder el voto popular y seguir siendo presidente. Pero, incluso dada esta realidad, una estrategia electoral que podría funcionar mucho mejor para los demócratas sería asumir todo el enfoque racista de Trump, directa y contundentemente, y atraer a los negros y otras personas de color, y al gran número de personas blancas (especialmente, aunque no sólo, las generaciones más jóvenes) que han demostrado que están motivados por un deseo definido de fin a la injusticia social , la desigualdad flagrante y la violencia policial desenfrenada. Ese es un gran "reservorio" al que, teóricamente, los demócratas podrían centrarse en apelar.
Pero los propios demócratas no lo harán realmente. Y esto llega a las razones más profundas por las que los demócratas abordan las cosas de la manera en que lo hacen. Aunque, en la situación actual, donde ha habido una efusión masiva contra el terrorismo policial, los demócratas han sentido la necesidad de hablar en términos generales sobre la "reforma policial", ya que los representantes de este sistema de capitalismo-imperialismo los demócratas son muy firmes sobre la necesidad fundamental de que la policía haga cumplir la opresiva "ley y orden" de este sistema, con la violencia racista que implica. Por lo tanto, los demócratas no pueden llevar a cabo una campaña que se una realmente con el sentimiento fuerte y ampliamente sostenido de que esta violencia policial debe terminar. Al mismo tiempo, como representantes de este sistema, y como accionistas de sus instituciones tradicionales y "estabilidad", no quieren ganar una elección y encabezar el gobierno sobre la base de apelar y despertar aún más una fuerza de decenas de millones llenos de intensidad apasionada para poner fin al terror policial y la supremacía blanca, que de hecho están incorporadas y requeridas por este sistema. Mejor, desde el punto de vista de los demócratas, apelar a los anhelos de "un regreso a la calma y la normalidad", que probablemente resuenen con muchos suburbanos de clase media, a pesar de que no habrá ninguna "calma y normalidad",en gran parte porque las fuerzas fascistas no lo permitirán.
Apelar a las "quejas" de los fascistas sólo fortalecerá el fascismo
Una vez más ahora, como fue el caso durante y después de las elecciones de 2016, hay voces "principales" (como Chris Cuomo de CNN, hermano del gobernador demócrata del estado de Nueva York, y Thomas Friedman, un prominente defensor de los "grandes beneficios" del capitalismo altamente globalizado) que argumentan que, para ganar esta vez, Biden y los demócratas deberían apelar a la "base" de Trump reconociendo sus "quejas", en lugar de humillarlos. Pero hay bases profundamente arraigadas para este fascismo, y las mentes de estos fascistas no serán cambiadas por "ser amables" con ellos o actuar como si sus "quejas" fueran "legítimas". " Como yo (y otros que han estudiado seriamente este fenómeno fascista) he señalado, la realidad es que estos "agravios" fluyen del resentimiento contra cualquier cambio que incluso socave ligeramente la supremacía blanca, la supremacía masculina, la xenofobia (odio a los extranjeros), el rabioso machismo americano y el saqueo desenfrenado del medio ambiente. Y, aunque, en los términos más fundamentales, los demócratas representan este sistema de capitalismo-imperialismo, que encarna y hace cumplir todo esto, el partido republicano, a medida que se ha vuelto cada vez más descaradamente fascista, ha cultivado y organizado su "base" mediante la promoción agresiva, en términos extremos, de esta desigualdad, opresión y saqueo de la tierra, junto con el rechazo y el apasionado "resentimiento" contra el método científico y el pensamiento racional. Por ejemplo, está este importante análisis, del teólogo afroamericano Hubert Locke, hablando particularmente a los fundamentalistas cristianos que son la fuerza motriz de este fascismo:
No es casualidad que sea un movimiento que saque su fuerza y encuentre su apoyo principalmente en el llamado corazón de la nación y especialmente en sus recintos meridionales. Esta es la parte de los Estados Unidos que nunca se ha sentido cómodo con los Estados Unidos posteriores a la Segunda Guerra Mundial. El breve período de normalidad después de la guerra fue seguido dentro de una década por una revolución racial acumulada y largamente esperada que derrocó siglos de cultura y tradición, especialmente en el sur. La desilusión, dos décadas después, con una guerra impopular en el sudeste asiático sacudió los cimientos del patriotismo tradicional/convencional en la vida estadounidense; fue seguida en la siguiente década por una revolución sexual que alteró los puntos de vista profundamente arraigados entre esta parte de la población estadounidense sobre el lugar subordinado de las mujeres en la sociedad y el lugar no de las personas gays y lesbianas en la vida estadounidense. Estas derrotas políticas, sociales y culturales han estallado ahora en una batalla acampada para dar marcha atrás en el último medio siglo y devolver a Estados Unidos a su pureza previa a la guerra. No importa que la enseñanza del creacionismo en las escuelas, por ejemplo, sea una parte tan prominente de la agenda religiosa correcta. Esa fue una batalla que el derecho perdió a mediados de la década de 1920, pero no es una que la derecha haya reconocido haber perdido, así como algunos acé al yo nunca han reconocido haber perdido la Guerra Civil. En consecuencia, la restauración que busca el derecho religioso es aquella que recuperaría una forma de vida que desapareció en esta nación hace medio siglo. 1
Esto es lo que significa realmente "Hacer que Estados Unidos sea grande de nuevo". Los demócratas no podían "competir" con esto, sin abandonar su propia "identidad" como el partido que supuestamente se preocupa por la justicia social y abordar la crisis ambiental.
Todo esto, a su vez, está relacionado con las razones fundamentales por las que los demócratas no llamarán al régimen de Trump/Pence por lo que realmente es, fascista, que, como he subrayado, "no es sólo una cuestión de políticas horribles, sino de una forma cualitativamente diferente de gobierno, basada en la represión brutal y la violación de lo que se supone que son los derechos más básicos". 2 En primer lugar, si reconoces que este régimen es en realidad fascista, entonces eso plantea preguntas muy grandes sobre todo el sistema, y cómo es que un régimen fascista de este tipo podría llegar al poder, no a través de algo así como un golpe militar, sino a través de los "canales normales" y los procedimientos institucionales de este sistema. Y, junto con eso, si reconoces que este régimen es fascista, entonces eso tiene implicaciones muy grandes en términos de lo que se debe hacer para hacer frente a los peligros que plantea este fascismo, que, en realidad, requiere salir de las "normas" de este sistema y movilizar a las masas de personas en una lucha decidida, no violenta pero sostenida en las calles para exigir el desalmado de este régimen, como RefuseFascism.org pide.
La necesidad urgente inmediata de movilización masiva contra este fascismo
En resumen, los demócratas, siendo quién y lo que son, no podrán ni podrán hacer frente a todo esto —ni a la elección, ni a la situación más amplia en la que se está llevando a cabo esta elección y las profundas apuestas que realmente están involucradas— de ninguna otra manera que no sea en los términos, y dentro de los límites establecidos por este sistema, que ha producido este fascismo, y en gran medida en los términos establecidos por los propios fascistas.
Esto se puede ver en lo que los demócratas han hecho en sus intentos de lidiar con la forma en que el régimen fascista Trump/Pence ha pisoteado repetidamente y de manera creciente las "normas" de este sistema. Una y otra vez, los demócratas han tratado de lidiar con esto tratando de utilizar las mismas "normas" e instituciones que este régimen fascista está desafiando y destrozando, o inclinándose a sus objetivos fascistas: los tribunales, las audiencias y los procedimientos del Congreso, etc. Una y otra vez, los demócratas han fracasado. Sin embargo, se niegan obstinadamente a buscar cualquier medio de oposición a este régimen que no sea recurrir a estas "normas" y procedimientos. Esto es lo que están haciendo, y estarán fuertemente inclinados a seguir haciendo, incluso ante las crecientes e intensificantes medidas de Trump para suprimir los votos en las próximas elecciones y su determinación claramente indicada de haber declarado al ganador en las elecciones, o de permanecer en el poder independientemente del resultado de las elecciones.
Todo esto es por eso, aunque, si se trata de ello, votar en contra de Trump votando a favor de Biden será necesario e importante, muy probablemente conducirá al desastre para confiar en la votación y sólo esperar que la elección resuelva el problema.
Y todo esto apunta a la gran probabilidad de que, independientemente del resultado real de esta elección (suponiendo que realmente se celebre), si Trump se declara el "ganador" y se niega a irse, en ausencia de una movilización verdaderamente masiva que exija que se elimine el régimen de Trump/Pen, los demócratas terminarán capitularmente ante Trump. La movilización masiva que se necesita no se puede construir "de la noche a la mañana", después de las elecciones, y no se puede construir confinando las cosas dentro del marco y los límites insistidos por los demócratas.
La verdad —la verdad sobre este país, y la verdad sobre lo que está representado y está siendo implementado y aplicado por el régimen de Trump/Pence— debe ser puesta viva como un foco crucial, e inmediatamente urgente, de la lucha contra la injusticia y la opresión y contra el fascismo de este régimen. Esto debe hacerse sin esperar a las elecciones, pero tomando medidas en este momento,y de manera continua, con masas de personas —primero en miles, creciendo en millones—en una movilización sostenida en torno a la demanda unificadora de que este régimen debe ir.
Esperar para noviembre, y confiar en las elecciones, probablemente conducirá a un desastre:
Necesitamos tomar las calles y permanecer en las calles, ¡Exigiendo a Trump/Pence out ahora!
1. Reflexiones sobre la respuesta de la Escuela del Pacífico de Religión a la Derecha Religiosa,por el Dr. Hubert Locke. Está disponible en revcom.us.
Además de mis propios escritos y discursos sobre esta cuestión del fascismo, que están disponibles en las obras recopiladas de BA en revcom.us,* ha habido una serie de estudios importantes de particularmente el fenómeno fascista cristiano, incluyendo en los libros recientes de Katherine Stewart* y Kristin Kobes Du Mez*, que dejan claro que estos fascistas están firmemente comprometidos con sus opiniones y objetivos extremadamente opresivos, reaccionarios y literalmente lunáticos, y no se moverán por los intentos de apelar a sus supuestas "quejas legítimas".
Por ejemplo, mi reciente artículo Patriarcado y patriotismo —Supremacía masculina agresiva y supremacía estadounidense—El peligro y el desafío inmediato se basa en ideas importantes en el libro de Kristin Kobes Du Mez Jesus and John Wayne: How White Evangelicals Corrupted a Faith and Fractured a Nation; y mi discurso de 2017 El régimen de Trump/Pence debe irse! En El nombre de la humanidad NOS NEGAMOS A Aceptar una América fascista, A Better World IS Possible cita un análisis importante en el libro de Katherine Stewart The Good News Club: The Christian Right's Stealth Assault on America's Children. [de vuelta]
2. De la declaración de Bob Avakian, 1 de agosto de 2020, sobre la situación crítica inmediata, la urgente necesidad de expulsar al régimen fascista de Trump/Pence, votar en esta elección, y la necesidad fundamental de la revolución. [ de nuevo]
POR BOB AVAKIAN
PARTE 1:
LOS DEMÓCRATAS NO
PUEDEN LUCHAR CONTRA TRUMP DE LA MANERA EN QUE NECESITA SER PELEADO
PARTE 3:
EL FASCISMO DE TRUMP, MÁS FLAGRANTE Y PELIGROSO CADA DÍA: CÓMO UNA LUCHA DETERMINADA Y UNA MOVILIZACIÓN MASIVA PODRÍAN DERROTAR A ESTO
(VERSIÓN LARGA: EL LIENZO MÁS GRANDE Y LA IMAGEN MÁS COMPLETA)
(VERSIÓN CORTA: LA IMAGEN BÁSICA Y LA VISIÓN ESENCIAL)
Especialmente en este momento, se necesitan urgentemente fondos para difundir el trabajo y el liderazgo de BA y el movimiento para una revolución real.
Has leído este artículo, ahora piensa en el papel crucial revcom.us juega. La supremacía blanca y el fascismo están siendo desenfrenados, y los derechos básicos de las mujeres están siendo arrancados. Estados Unidos amenaza las guerras contra Venezuela e Irán, ya que aterroriza a las familias inmigrantes y saquea sin querer nuestro medio ambiente, lo que pone en peligro el futuro mismo de la humanidad. En revcom.us aprendes de dónde vienen estos horrores, cómo se pueden terminar a través de una revolución real y cómo la gente está trabajando ahora hacia la revolución. Puedes encontrar, involucrar y difundir el trabajo de Bob Avakian, el líder de esta revolución, el arquitecto del nuevo comunismo y autor de un plano concreto para una nueva sociedad que avanza hacia la emancipación plena. Así que forma parte de la lucha por el futuro de la humanidad: sostener o donar ahora.
Obtén una suscripción de correo electrónico gratuita a revcom.us:
Voluntarios necesarios... por revcom.us y revolución
Envíenos sus comentarios.,...)))...
SÁBADO, 6 DE JUNIO DE 2020 // REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD
DIMISIÓN Y JUICIO A DONAL TRUMP. RECOPILACIÓN -2ª Y 3- PARTE- Y COMPARATIVAS,...LUCHA CLASES UNIVERSAL,...¡¡
VIERNES, 13 DE JUNIO DE 2014 REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD,...¡¡-
RECOPILACIÓN -2ª PARTE- Y COMPARATIVAS,...LUCHA CLASES UNIVERSAL,...¡¡
SEGUNDA PARTE RECOPILACIÓN: NOSOTROS DE NUEVO:
ENSAYO : TEORÍA POLÍTICA SOBRE
" El poder económico de la burguesía financiera se corresponde con su dominio político. El Estado se ha transformado hasta convertirse en un instrumento que extiende su dominio a todas las esferas de la economía... ( como se dice a continuación se sigue transformando hasta cesar en sus actuaciones y responsabilidades económicas, hasta convertirse en aparato represor y legislador, siendo parte del aparato mundial de la nueva clase imperialista mundial; liberada de otras responsabilidades, se puede dedicar más y mejor a su papel de dominio de clase y poder de esa clase imperialista ) y que al ser administrado, directa o indirectamente por la oligarquía financiera se convierte en el principal instrumento de sus manejos financieros... "..... " En lo político se ha acentuado el desarrollo del poder ejecutivo hasta convertirse en una enorme y monstruosa maquinaria burocrática-militar-policiaca y su predominio sobre el poder legislativo y judicial, convertidos en meros apéndices de aquél... El desarrollo de los monopolios y del capital financiero transforma las condiciones de la democracia burguesa en un régimen que, a pesar y por encima de las instituciones democráticas-parlamentaristas, se basa en la organización sistemática de la represión sobre la inmensa mayoría de la Población. Un régimen donde se agudiza el antagonismo entre el absolutismo político ejercido por la oligarquía financiera y la privación a las masas trabajadoras del ejercicio de todo derecho político efectivo ".
COMENTARIO EN MARXISMOCRÍTICO.COM : -- https://marxismocritico.com/2017/11/29/el-comunismo-de-marx-como-una-asociacion-de-individuos-libres-una-revision/?unapproved=1171313&moderation-hash=68f4ffcf62b08bf8f529bd19b3fe4dd0#comment-1171313 --HOLA,...SALUDOS DE EDITOR de lukyrh.blogspot.com ZUS DIGUS,...HASTA QUE NO ENTENDAIS LO QUE DECIMOS EN ESTE BLOG,...NO PAPARÉIS DE HACER LOS GILIPOYAS PAPAGAYOS MARXIANOS/MARCIANOS/FACHAVOXISTA MURCIANO,...¡ : "ASESINOS" DEL MARXISMO-ENGELSISMO-LENINSMO [GRUPROMÁ. - 2.000 -]. MÁLAGA/29006 -- Lmm/lukymá. 28 Marzo de 2.021, málaga, der-alborán ¡¡¡.
https://marxismocritico.com/2017/11/29/el-comunismo-de-marx-como-una-asociacion-de-individuos-libres-una-re
“EL COMUNISMO DE MARX COMO UNA ASOCIACIÓN DE INDIVIDUOS LIBRES: UNA REVISIÓN”: SEONGJIN JEONG
- El Comunismo de Marx como una Asociación de Individuos Libres
Libertad
A menudo se cree que la idea de comunismo desarrollada por Marx atenta contra la libertad. No obstante, en la Ideología Alemana, en El Manifiesto del Partido Comunista y en el volumen 1 de El Capital, Marx y Engels escriben: “la sociedad comunista, la única sociedad en la cual el libre desarrollo de los individuos deja de ser una mera frase”[6]; “En lugar de la vieja sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clases, deberíamos tener una asociación, en la cual el libre desarrollo de cada uno es la condición para el libro desarrollo de todos”[7]; “una alta forma de sociedad, una sociedad en la cual el completo y libre desarrollo de todas las formas individuales constituye la regla general.”[8]
Libertad entendida bajo el prisma del comunismo marxiano, quiere decir emancipación de toda opresión y explotación ejercida por las clases dominantes, así como también, la auto-realización de los seres humanos en tanto en cuanto seres-genéricos. A su vez, Marx definió el comunismo como la transición desde el reino de la necesidad al reino de la libertad, argumentando por la expansión del tiempo libre, el acortamiento del tiempo de trabajo y el desarrollo de las fuerzas productivas como sus prerrequisitos.
“El reino de la libertad comienza realmente sólo donde acaba el trabajo determinado por la necesidad y la conveniencia externa; (el reino de la libertad) descansa, en virtud de su propia naturaleza, más allá de la esfera de la producción material propiamente tal. Tal como el salvaje debe luchar con la naturaleza para satisfacer sus necesidades, así mismo el hombre civilizado debe hacerlo para mantener y reproducir su vida, y lo debe hacer en todas las formas de sociedad y bajo todos los modos de producción posibles. Este reino de la necesidad natural se expande con el desarrollo (del ser humano), porque sus necesidades así lo hacen también; (…) El verdadero reino de la libertad – el desarrollo de las potencias humanas como un fin en sí mismo – comienza más allá de esto, aunque sólo puede florecer teniendo como su base este reino de la necesidad. La reducción de la jornada laboral es el prerrequisito básico.”[9]
Mientras que el comunismo de Marx es antitético al capitalismo, no se opone a la idea de libertad que sostiene la democracia burguesa. Por el contrario, para Marx el comunismo radicaliza la idea democrático-burguesa de libertad, llevándola hasta sus límites. Los ideales universales de democracia liberal, cuando son proseguidas a su conclusión lógica, inevitablemente se enfrentan a las características institucionales del capitalismo, tales como la propiedad privada de los medios de producción, la explotación, la represión, etc.[10] Dentro del capitalismo, la libertad (freedom) no puede ser realizada en tanto la libertad (liberty) de un individuo auto-desarrollado y socialmente expresado, sino que se detiene en la frontera de la propiedad activa y los derechos pasivos; la libertad en el capitalismo termina como un individualismo auto-alienado. Por lo tanto, la lucha por la libertad real y efectiva se demuestra inseparable de la lucha por el socialismo en contra del capitalismo. La emancipación política –la más alta forma de emancipación lograble en el capitalismo– sólo constituye una fase inicial del proceso de emancipación humana en su totalidad. En 1844, Marx señaló que los límites de la emancipación política pueden ser superadas en virtud de la realización de la libertad social y de la organización “de todas las condiciones de la existencia humana con la presuposición de la libertad social”.[11] Asimismo, en La Ideología Alemana, Marx y Engels sostienen que “en una comunidad real y efectiva los individuos obtienen su libertad en y a través de sus asociaciones”.[12] Como vemos, el comunismo para Marx constituye la ampliación y la profundización de los principios de libertad y liberalidad, por lo tanto, lejos de ser inconsistente con dichos principios, “Marx fue el primer líder y pensador socialista, que llego a esta idea a través de la lucha por la democracia liberal”.[13]
Individualidad
Marx y Engels afirmaron que el comunismo es “la única sociedad en la cual el genuino y libre desarrollo de los individuos deja de ser una mera frase”, y que un genuino y libre desarrollo de los individuos requiere tanto de la “necesaria solidaridad del libre desarrollo de todos” o de la “conexión de los individuos”[14], así como también del “carácter universal de la actividad de los individuos”. El comunismo – según Marx – es la asociación construida por las relaciones que establecen los individuos trabajadores en tanto seres humanos libres. Así es como en los Grundrisse Marx afirma que:
“La individualidad libre, basada en el desarrollo universal de los individuos y en su subordinación tanto a lo comunal como a la productividad social en tanto su riqueza social. (…) (en el comunismo) el punto de partida es (…) el individuo social libre. (…) la rica individualidad, la cual es omnímoda tanto en su producción como en su consumo, cuyo trabajo aparece, por lo tanto, ya no más como trabajo, sino como el completo desarrollo de dicha actividad en cuanto tal”[15]
En la sección sobre La Tendencia Histórica de la Acumulación Capitalista del volumen 1 de El Capital, Marx formula la esencia del comunismo como el restablecimiento de la propiedad individual:
“El modo capitalista de apropiación que brota del modo capitalista de producción, produce la propiedad privada capitalista. Esta constituye la primera negación de la propiedad privada individual, en tanto fundada en el trabajo de su propietario. Sin embargo, la producción capitalista engendra –con la inexorabilidad de un proceso natural– su propia negación. Esta es la negación de la negación. No reestablece la propiedad privada, sino que, de hecho, establece la propiedad individual sobre la base de los logros de la era capitalista, a saber: la co-operación y la posesión en común de la tierra y de los medios de producción producidos por el trabajo mismo.” [16]
En este parágrafo, Marx representa a la propiedad de los medios de producción en el comunismo en tanto en cuanto propiedad individual de los trabajadores, y no como propiedad social o estatal. De acuerdo con Marx, el restablecimiento de la propiedad individual mediante la negación de la negación no se limita al consumo individual de bienes, sino que se extiende a los medios de producción. En el comunismo, la propiedad de los medios de producción es la propiedad de los individuos sociales asociados y, de nuevo, no social ni estatal. Así, Marx discute no sólo la propiedad sobre los bienes de consumo individual, sino que también la propiedad de las condiciones de producción.[17] No obstante, en el Anti-Dühring (1878), Engels interpreta el parágrafo de Marx de la siguiente manera: “por un lado, apropiación social directa, en tanto medios para el mantenimiento y extensión de la producción; por otro lado, apropiación individual directa, en tanto medios de subsistencia y de disfrute. (…) El proletariado se apodera del poder político y convierte los medios de producción – en primera instancia – en propiedad estatal.”[18] Lenin adoptó la interpretación de Engels[19] y estableció la ecuación del comunismo como la propiedad común o estatización de los medios de producción. Sin embargo, el texto de Marx no puede ser leído de esa manera[20], por el contrario, Marx incluso llegó a describir a las relaciones de propiedad en el comunismo temprano no en tanto propiedad del Estado, sino en tanto propiedad común de los productores asociados, o como la propiedad co-operativa de los trabajadores.
Más aún, lo que sugiere Marx con la lógica de la negación de la negación en el parágrafo reproducido más arriba, no es la transición determinista de propiedad social a propiedad privada enajenada de los capitalistas a propiedad de los individuos sociales asociados. De hecho, en los Manuscritos Económicos de 1861-63, Marx escribe:
“Esto es representado en el modo de producción capitalista por el hecho de que el capitalista – el no-trabajador – es el dueño de estas masas sociales de medios de producción. De hecho, el dueño de estos medios de producción nunca representa para con los trabajadores su unificación, su unidad social. Por lo tanto, tan pronto como esta forma contradictoria deja de existir, surgen las condiciones para que los trabajadores posean (besitzen) socialmente estos medios de producción, no en tanto individuos privados. La propiedad capitalista es sólo una expresión contradictoria de su propiedad social –i.e. de su propiedad individual privada– en las condiciones de producción. (…) La propiedad enajenada del capitalista en este trabajo sólo puede ser abolida convirtiendo su propiedad en la propiedad de lo no-individual en su singularidad independiente, por tanto, de la propiedad individual social, asociada.”[21]
En este lugar, Marx enfatiza que no es la propiedad privada capitalista la que se confronta con la propiedad social, sino que la propiedad privada capitalista, a pesar de su forma antagonista, ya manifiesta la propiedad social. De acuerdo con Marx, la negación de la propiedad capitalista revela la verdad de la propiedad social, la cual ya se ha constituido como potencial bajo la forma de la propiedad capitalista.[22] En su crónica sobre la Comuna de París realizada en 1871, dice Marx:
La propiedad individual mencionada más arriba debería ser entendida como la propiedad de los individuos asociados. En la medida en que los individuos asociados no constituyen otra cosa que la sociedad, la propiedad de los individuos asociados es –al mismo tiempo– propiedad social, o propiedad en tanto propiedad directamente social. Pues bien, para Marx el restablecimiento de la propiedad individual implica no sólo la tenencia de los medios de producción o de los productos, sino que también la creación de los prerrequisitos para el desarrollo de los individuos humanos en tanto seres genéricos.
De la misma manera, también es importante no equiparar propiedad individual con propiedad privada. En la propiedad privada capitalista, los trabajadores individuales son escindidos de las condiciones objetivas del trabajo, las cuales –en cambio– los subsumen. Para Marx, la esencia de la propiedad privada capitalista no es la propiedad individual, sino la separación de los productores directos de las condiciones obejtivas de producción. Por lo tanto, según Marx, la propiedad privada puede ser abolida solamente por la reapropiación social y directa de las condiciones de producción llevada a cabo por una AIL[24]. En otras palabras, los individuos trabajadores expropiados por los capitalistas deben deshacerse de la propiedad privada capitalista con el objetivo de restablecer la propiedad individual comunista y relacionarse entre ellos como individuos libres.[25]
La propiedad privada capitalista no ha efectuado aún la posesión social de los trabajadores sobre los medios de producción, sin embargo, los ha subsumido en virtud de sus formas antagónicas. La posesión social de los medios de producción sólo puede realizarse mediante la negación de la propiedad privada capitalista[26] o, en otras palabras, la negación de ésta es el proceso de extracción de la coraza de la propiedad privada capitalista desde sus bases en la producción social, haciendo de esta última la propiedad social real. La AIL construye inmediatamente la propiedad social de los medios de producción en la medida en que establece la propiedad individual. De este modo, la esencia de la propiedad comunista reside en los modos en que los trabajadores individuales se relacionan hacia los medios de producción, esto es, para con las condiciones objetivas del trabajo en tanto su propio trabajo restableciendo “la unidad originaria entre el trabajador y las condiciones del trabajo”[27]. Con la negación de la propiedad capitalista sobre los medios de producción reaparece una situación en la cual los trabajadores individuales poseen efectivamente las condiciones de producción. Precisamente, en esto se basa el restablecimiento de la propiedad individual. Lo que es restablecido es la propiedad de los individuos asociados, en donde el trabajador individual, y no los no-trabajadores, constituyen el sujeto de la propiedad.[28]
Asociación
El concepto de asociación también es central para el comunismo tal como lo entendió Marx. En sus trabajos tempranos, Marx conceptualizó la sociedad post-capitalista en tanto una AIL: “Con la comunidad de los proletarios revolucionarios (…) los individuos participan en ella en tanto en cuanto verdaderos individuos. Pues, es la asociación (Vereinigung) de los individuos (…) la que sienta las condiciones para el libre desarrollo y movimiento de los individuos bajo su control”[29]; “la clase obrera, en el transcurso de su desarrollo, sustituirá la vieja sociedad civil con la asociación, la cual excluirá las clases y sus respectivas relaciones antagónicas”.[30] Veinte años más tarde, en sus obras de madurez, Marx aún describe a la nueva sociedad en términos de una AIL. Para nuestro autor, el comunismo es “el sistema republicano y benefactor de la asociación de los productores libres e iguales (…) un gran y armonioso sistema de trabajo libre y co-operativo”[31], o “una asociación de hombres libres (ein Verein freier Menschen), que trabajan con sus propios medios de producción sostenidos en común, y empleando sus diferentes formas de fuerza de trabajo en completa auto-conciencia en tanto en cuanto una única fuerza de trabajo social”[32]; “una sociedad compuesta de asociaciones de productores libres e iguales que llevan a cabo el negocio social sobre la base de un plan común y racional”[33]. En el volumen 3 de El Capital, Marx describió la sociedad comunista como un “modo de producción del trabajo asociado (die Produktionsweise der Associirten Arbeit)”[34], asimismo menciona también que “si imaginamos que la forma de sociedad capitalista ha sido abolida, es porque esta nueva sociedad ha sido organizada en tanto una asociación consciente de trabajadores en función de un plan sostenido en común (…)”[35]. Es fácil ver que los regímenes comunistas como la ex URSS, China o Corea del Norte, no tienen nada en común con el comunismo tal como fue imaginado por Marx en tanto una AIL.
Marx intentó demostrar cómo los trabajadores combinados (kombiniert) evolucionan en individuos asociados (assoziert) durante el desarrollo capitalista. El oriundo de Trier destaca que el término asociación es una construcción voluntaria desde abajo llevada a cabo por individuos. De acuerdo con Otani, Marx utilizó la palabra combinados (kombiniert) para indicar cómo las personas se combinan de manera objetiva, pasiva e inconsciente por fuerzas externas; por el contrario, Marx usa la palabra asociados para imaginar una asociación que es construida por la participación (Verhalten)[36] subjetiva, activa y consciente de un pueblo. De hecho, Marx usa el concepto de asociación para resaltar que el comunismo es la sociedad en la cual los individuos libres se componen a sí mismos de manera co-operativa, consciente, voluntaria, activa y subjetiva. Según este autor, el trabajo asociado consiste en toda la actividad que los individuos asociados realizan para controlar de modo consciente, voluntario, activo y subjetivo la producción en su totalidad sostenida en común. Es el trabajo directamente social el que los trabajadores individuales realizan en co-operación con el objetivo de producir el producto social que satisfacen sus respectivas necesidades. El agente activo del comunismo tal como lo entendió Marx no es la sociedad abstracta o el estado, sino los productores individuales libres, los individuos asociados o las co-operativas asociadas.
Es más, durante los primeros días de la AIT, Marx descubrió el prototipo de una AIL o trabajo asociado en las co-operativas. En el Discurso Inaugural, Marx destaca de una manera sumamente positiva a las industrias co-operativas señalando que constituyen un “gran experimento social”[38]. En el volumen 3 de El Capital, escrito en el mismo periodo que los documentos fundacionales de la AIT, Marx consideró a la co-operativas como una forma transitoria al modo asociado de producción: “Las sociedades anónimas capitalistas tanto como las fábricas co-operativas deberían ser vistas como formas transitorias desde el modo de producción capitalista a uno basado en la asociación; simplemente en un caso la oposición es abolida en una manera negativa, y en la otra, de manera positiva”[39]. Para Marx, las industrias co-operativas especialmente “muestran cómo, en un cierto estadio del desarrollo de las fuerzas materiales de producción – y las formas sociales de producción que les corresponden – un nuevo modo de producción que se ha formado y desarrollado de manera natural desde lo viejo”, en donde “la oposición entre capital y trabajo es abolida.”[40] Marx deja en claro que las co-operativas muestran prácticamente la superación del capitalismo llevada a cabo por una asociación de productores libres e iguales, y que, por tanto, constituyen un ataque a los basamentos del capitalismo.[41]
El Comunismo de Marx como una Teoría del Capitalismo
Marx destaca que los principales elementos de la AIL emergen y crecen dentro del modo de producción capitalista. A su vez, deja en claro que la producción social no aparece por vez primera con la sociedad comunista, sino que potencialmente va tomando lugar, aunque bajo formas distorsionadas, incluso dentro del sistema capitalista existente. Para Marx, por lo tanto, la tarea del comunismo consiste en “concebir que las formas desarrolladas en el seno del modo de producción capitalista pueden ser escindidas y liberadas de su antitético carácter capitalista.”[42] De nuevo, en su obra La Guerra Civil en Francia (1871), Marx señala que “la clase obrera no tiene ideales que realizar, sino que sentar los elementos libres de la nueva sociedad con los cuales la vieja sociedad burguesa a punto del colapso está en sí misma preñada”[43]. Para Marx, el comunismo no es otra cosa que la abolición de las formas capitalistas de la producción social, tales como la subsunción del trabajo bajo el capital, la transformación de la productividad social del trabajo en productividad del capital, el trabajo enajenado, etc.[44] Del mismo modo, enfatiza que la propiedad privada capitalista ya manifiesta la propiedad social, aunque en sus formas antagónicas. El punto nodal del comunismo tal como la concibió Marx no se limita a una simple sustitución de la propiedad privada por la propiedad social, sino que se trata de la realización de la propiedad social producto de la abolición de las formas de validación social de la propiedad privada.
La principal tarea del comunismo no es trazar un mapa de una futura sociedad, sino analizar la sociedad capitalista existente, más específicamente, el proceso bajo el cual el capitalismo como tal concibe el prototipo del comunismo, i.e. como una AIL. Para Marx, una AIL no es el destino final del futuro, sino un proceso en curso de asociatividad entre los trabajadores que ya ha comenzado en la sociedad capitalista.[45] En otras palabras, según Marx, “el problema de la sociedad comunista es el problema de entender el actual sistema capitalista en el que vivimos.”[46] Sin ir más lejos, el núcleo de la dialéctica de Marx es encontrar los futuros brotes de comunismo ocultos en el presente. En estricta consonancia con lo anterior, la asociación que supere al capitalismo no puede ser creada de manera voluntaria, sino que requiere de las precondiciones materiales y espirituales que ya han, de hecho, evolucionado dentro del capitalismo con el objetivo de trascenderlo. Por lo tanto, el comunismo no es un modelo para una futura sociedad, sino un movimiento de la presente realidad. En los Grundrisse, Marx destacó el desarrollo de la co-operación y el incremento del tiempo libre gracias al desarrollo del sistema de maquinarias y el relativo cultivo de los sujetos trabajadores como dos aspectos de la realización de las condiciones materiales y espirituales para trascender el capitalismo.
Mientras que Marx ya había conceptualizado el comunismo como una AIL en su periodo temprano de producción teórica, requirió más de diez años de trabajo intenso para desarrollar una crítica de la economía política y del capitalismo –los que culminan en los célebres Grundrisse de 1857/58– y demostrar que la AIL es la tendencia histórica del actual modo de producción.[47] De esta manera, es obvio que reducir el comunismo a una suerte de idea como lo hacen Alain Badiou o Slavoj Zizek, en vez de deducirlo desde la tendencia histórica del capitalismo actual, es bastante ajeno a lo que propuso Marx.
- Contradicciones del Comunismo de Marx: ¿De la abolición del Trabajo a una Planificación basada en el Cálculo del Tiempo de Trabajo?
Abolición del mercado y de la planificación
En el comunismo de Marx, la vida económica –incluyendo la producción, la distribución y el consumo– no es operada por algún tipo de compulsión externa, sino que es controlada de manera autónoma por la libre voluntad de los seres humanos. A diferencia del capitalismo, en donde “la regulación de la producción total por el valor”[48] es la regla, en una AIL son los individuos asociados los que controlan la producción. Marx pensó necesario abolir no sólo la fuerza de trabajo mercantilizada, sino que también la mercancía y el dinero en cuanto tales con el objetivo de alcanzar la auto-emancipación de la clase obrera, una condición en la cual los trabajadores se emanciparían de todas las formas de explotación y opresión para llegar a ser sujetos de sus propias vidas. En los Grundrisse, Marx subraya la incompatibilidad fundamental del mercado con una AIL:
“Por lo tanto, no puede haber nada más erróneo y absurdo que postular el control de los individuos unificados de su producción total, sobre la base del valor-de-cambio, del dinero (…) El intercambio privado de todos los productos del trabajo, todas las actividades y toda la riqueza se posicionan en estricta antítesis no sólo a la distribución basada en una subordinación política o natural de unos individuos sobre otros, sino que también al libre intercambio entre los individuos que están asociados en base a una apropiación común y en control de los medios de producción”[49]
En el Discurso Inaugural de la AIT y en el volumen 3 de El Capital, Marx señaló que a diferencia del capitalismo, en donde domina “la ciega regla de la oferta y la demanda”, en el comunismo “la producción social es controlada con anticipación y previsión social”[50] y que “la interconexión de la producción como un todo (…) como una ley que es aprehendida y, por tanto, dominada por la razón asociativa de los trabajadores (associirter Verstand), llevando al proceso productivo bajo su control común.”[51] En los Manuscritos Económicos de 1861/63 y en la Crítica del Programa de Gotha, Marx afirma de igual manera que: “En donde el trabajo es comunal, las relaciones de los hombres en su producción social no se manifiestan como valores de las cosas.”[52] “Dentro de una sociedad colectiva basada en la posesión común de los medios de producción, los productores no intercambian sus productos”[53]. De los pasajes recientemente citados podemos deducir claramente que para Marx el así llamado socialismo de mercado o economía de mercado socialista, etc, constituyen simplemente una contradicción en los términos.
En el comunismo de Marx, el proceso de producción se ejecutará bajo “el control planificado y consciente” de los hombres libremente asociados (frei vergesellschaftete Menschen)[54]; en otras palabras: “el hombre socializado, los productores asociados gobiernan el metabolismo humano con la naturaleza de una manera racional, llevándolo a cabo bajo su control colectivo (die Controlle der associirten Producenten), en vez de ser dominados por dicha interacción como si fuera un poder ciego, y lográndolo con el menor gasto de energía y en condiciones más valiosas y apropiadas para su naturaleza humana.”[55] En los Manuscritos Económicos de 1861-63, Marx sostuvo que, en el comunismo, “la sociedad, como si fuera conforme a un plan, distribuye sus medios de producción y sus fuerzas productivas en un grado y medida que es requerido para la satisfacción plena de las múltiples necesidades sociales, de manera que cada esfera de la producción reciba la cuota de capital social requerido para satisfacer la correspondiente necesidad.”[56]
En La Guerra Civil en Francia, Marx señala que el comunismo posible no es otra cosa que el control coordinado y planificado de la producción nacional llevado a cabo por la asociación de co-operativas: “si las sociedades de co-operativas unificadas regulan la producción nacional en virtud de un plan común (ein Plan), asumiéndolo bajo su control y poniendo término a la constante anarquía sumado a las constantes convulsiones periódicas que son fatales para la producción capitalista, ¿Qué otra cosa sería esto, caballeros, sino el comunismo, el comunismo posible?”[57] Por cierto, Marx no entiende por un plan el plan de acuerdo con el cual una agencia central organiza toda la producción nacional concentrando toda la información relativa.[58] De la misma manera, debería ser apuntado que la agencia que regula la producción nacional no es el Estado, sino la plural unidad de las co-operativas asociadas.
Es verdad que Marx no llego tan lejos en la elaboración del procedimiento por el cual la AIL conscientemente planifica y controla su economía. Marx se abstuvo de esbozar en detalle el modelo de una futura sociedad, cuestión con la que gozaban los socialistas utópicos, pues esto contradice abiertamente el espíritu de auto-emancipación de la clase obrera.[59] Recientes trabajos sobre modelos de planificación participativa como el Parecon[60], la negociación coordinada[61] y el modelo del cálculo de tiempo de trabajo[62], constituyen todos intentos de llenar esta laguna en dicha área, los cuales – después de la desaparición de los regímenes comunistas – ya no se pueden ser considerados como experimentos utópicos, sino como una tarea urgente para cualquier izquierda anti-capitalista.
Coordinación basada en el cálculo del tiempo de trabajo
El principio de la coordinación económica en una AIL es la planificación participativa, o planificación desde abajo, basada en el cálculo del tiempo de trabajo. Marx lo esbozo en su Crítica del Programa de Gotha:
“Dentro de la sociedad colectiva basada en la tenencia común de los medios de producción, los productores no intercambian sus productos, de la misma manera que el trabajo empleado en los productos aparece aquí como el valor de estos productos, como una cualidad material poseídos por ellos, dado que ahora – en contraste con la sociedad capitalista – el trabajo individual no existe más de un modo indirecto, sino directamente como una parte componente del trabajo total global. La frase “ingresos del trabajo” (Arbeitsertrag), objetable incluso hoy en día en función de su ambigüedad, pierde –de esta manera– todo su significado. Con lo que estamos tratando aquí es una sociedad comunista, no como se ha desarrollado sobre sus propios fundamentos, sino por el contrario, tal como emerge de la sociedad capitalista, la cual está en todo aspecto –económica, moral e intelectualmente– aun estampada con las marcas de nacimiento de la vieja sociedad, de cuyo seno emerge (la sociedad comunista). De acuerdo con esto, el productor individual recibe de la sociedad –después de las correspondientes deducciones que se hagan– exactamente lo que él le entrega a esta. Por ejemplo, la jornada laboral social consiste en la suma total de las horas individuales de trabajo; el tiempo de trabajo individual del productor particular es la parte de la jornada de trabajo social en la que él ha contribuido, su participación en ella. El productor recibe un certificado de la sociedad en el cual se señala la cantidad determinada de trabajo que ha suministrado (después de deducir su trabajo para los fondos comunes), y del cual extrae los medios de consumo del stock social tanto como cuesta la cantidad que trabajo que el productor ha empleado. La misma cantidad de trabajo que ha entregado a la sociedad en una forma que, posteriormente, recibe en otra.”[63]
Es más, Marx ya había formulado el mismo principio de coordinación económica utilizando el cálculo del tiempo de trabajo en el volumen 1 y 2 de El Capital:
“En cambio, permítasenos finalmente imaginar una asociación de hombres libres, trabajando con los medios de producción sostenidos en común; empleando sus diferentes formas de fuerza de trabajo en completa auto-consciencia en tanto una sola fuerza de trabajo social (…) El producto total de la asociación que imaginamos constituye el producto social. Otra parte del producto social total es consumido por los distintos miembros de la asociación en tanto medios de subsistencia. Esta parte, por tanto, debe ser dividida entre ellos. La manera en que es hecha esta división variará en función del particular tipo de organización social de la producción y el correspondiente nivel de desarrollo social logrado por los productores. Asumiremos, sólo en aras de establecer un paralelo con la producción de mercancías – que la participación de cada productor individual en los medios de subsistencia se encuentra determinada por sus respectivos tiempos de trabajo. En este caso el tiempo de trabajo jugará un doble papel: su distribución de acuerdo con un plan social definitivo mantiene la proporción correcta entre las diferentes funciones del trabajo y las múltiples necesidades de las asociaciones; por otro lado, el tiempo de trabajo también sirve como medida de la parte tomada por cada individuo dentro del trabajo común, y de su participación en la cuota del producto total destinado para el consumo individual. Las relaciones sociales de los productores individuales, tanto para con su trabajo como para los productos de este, son aquí transparentes en su simplicidad en la producción, así como también en la distribución”[64]
“Con la producción colectiva, se prescinde por completo del capital-dinero. La sociedad distribuye la fuerza de trabajo y los medios de producción entre las variadas ramas de la industria. No hay razón alguna por la cual los productores no deberían recibir fichas en papel que les permitan retirar una cantidad correspondiente a sus tiempos de trabajo de los stocks del consumo social. Sin embargo, estas fichas no son dinero, ya que no circulan”[65]
En estos parágrafos, Marx afirma claramente que incluso en el comunismo temprano el trabajo se manifiesta como tal inmediatamente, que los intercambios de valor se evaporan y que la regla es la coordinación basada en el cálculo del tiempo de trabajo. Sin embargo, Lenin entendió el comunismo temprano de Marx como un periodo de transición del capitalismo hacia el comunismo, que llamó socialismo, al que caracterizó por la propiedad estatal de los medios de producción. De esta conceptualización no-marxista de Lenin sobre el comunismo se origina el discurso estalinista del modo de producción socialista, y de la variedad de modelos de socialismos de mercado que sirven para justificar la existencia del mercado, del dinero y del valor, así como también de la propiedad de los medios de producción por parte del Estado en el socialismo. Empero, el mismo Marx nunca concibió al socialismo como una etapa separada y distinguible del comunismo.
Para Marx, la característica distintiva del comunismo temprano con respecto a un comunismo desarrollado no radica en que el primero requiere de mecanismos propios del mercado incluyendo mercancías y dinero, junto con la coordinación económica basada en el cálculo del tiempo de trabajo, sino que, después de todo, aún requiere de esta coordinación, pues todavía tiene que alcanzar un estado de abundancia. De la misma manera, es completamente infundado decir que Marx desechó sus críticas tempranas hacia los diseños de Proudhon basados en el dinero-trabajo en la Miseria de la Filosofía (1847), citando la introducción de Marx de los certificados de trabajo o fichas en su Crítica del Programa de Gotha (1879). Las críticas de Marx a la idea de dinero-trabajo en la Miseria de la Filosofía, Grundrisse, etc. dan cuenta, más bien, de una crítica del socialismo de mercado del siglo XIX que sostenían los proudhonistas, que imaginaron la abolición de la explotación capitalista mediante el establecimiento del intercambio equitativo de acuerdo al tiempo de trabajo gastado, esto es, introduciendo dinero-trabajo mientras se mantienen los mecanismos de mercado.[66] La crítica de Marx al esquema diseñado por Proudhon del dinero-trabajo no entra en conflicto con el principio de coordinación económica utilizando certificados de trabajo, los cuales reflejan directamente el trabajo socializado –la principal característica del comunismo temprano en La Crítica del Programa de Gotha. De hecho, la idea del cálculo del tiempo de trabajo en tanto regulador económico dentro del comunismo temprano es uno de los pensamientos que Marx mantuvo toda su vida, y puede ser encontrada tanto en la mencionada crítica del programa político de la socialdemocracia de su tiempo, así como también en los Grundrisse, en El Capital, en los Manuscritos Económico de 1861/63, etc.
Recientemente, algunos asociacionistas han intentado equiparar la AIL de Marx con un sistema de intercambio y comercio local (Local Exchange and Trading System LETS)[67], o el así llamado modo de intercambio D[68]. Sin embargo, dichos modos no tienen nada en común con la coordinación económica basada en el cálculo del tiempo de trabajo en las AIL de Marx, ya que incluyen intercambios de mercado. Algunos académicos han sostenido que Marx –en sus discusiones sobre los certificados de trabajo en su Crítica del Programa de Gotha– en el comunismo temprano abogó por una remuneración de acuerdo a las actividades particulares del trabajo en vez del tiempo de trabajo efectivamente gastado.[69] Es cierto que Marx reconoció la desigual dotación individual y las distintas capacidades productivas de los trabajadores como un privilegio natural en el comunismo temprano.[70] Sin embargo, tolerar remuneraciones desiguales de acuerdo a la cualidad desigual del trabajo no es lo mismo que permitir remuneraciones desiguales en función de desempeños del trabajo desiguales. De hecho, desempeños del trabajo desiguales resultan más de la desigual productividad, debido a las desiguales condiciones objetivas del trabajo, las cuales se encuentran más allá del control de los trabajadores que de las desiguales cualidades subjetivas del trabajo (intensidad y habilidad), de las cuales los trabajadores son en parte responsables. Marx de ninguna manera permitió remuneraciones desiguales basadas en la productividad desigual del trabajo incluso en el comunismo temprano. De nuevo, en la Crítica del Programa de Gotha, Marx claramente señaló que “la frase “ingresos del trabajo” (Arbeitsertrag), objetable incluso hoy en día en función de su ambigüedad, pierde –de esta manera– todo su significado”, dado que ahora –en contraste con la sociedad capitalista– el trabajo individual ya no existe más de una manera indirecta, sino directamente como una parte componente del trabajo total.[71]
Abolición del Trabajo
El principio de coordinación económica en las AIL de Marx es la planificación participativa utilizando el cálculo del tiempo de trabajo. Sin embargo, privilegiar esto como el principio absoluto de la futura sociedad post-capitalista no se alinea con la idea marxiana acerca del comunismo desarrollado. Marx ha dejado claro en La Crítica del Programa de Gotha que en el comunismo desarrollado los productos serán distribuidos a las personas de acuerdo a sus necesidades, y no según sus tiempos de trabajo. En efecto, Marx y Engels ya habían dicho en La Ideología Alemana que el principio a cada uno según sus habilidades” es una proposición falsa (der falsche Satz), y debería ser remplazado en el comunismo por el principio a cada cual según sus necesidades.[72]
Marx pensó que el trabajo en el capitalismo es extrínseco, alienado, forzado y que no satisface necesidades humanas, sino sólo sirve como un medio para satisfacer las necesidades de los trabajadores cuando ellos están fuera del trabajo. En realidad, el trabajo en las AIL de Marx en el comunismo temprano es diferente del trabajo dentro del comunismo desarrollado; en el primero el trabajo aún es un mal necesario o algo que debe ser hecho por la sociedad para que ésta sea sostenible, independiente de los deseos de las personas. En la Crítica del Programa de Gotha, Marx admitió que, en el comunismo temprano, “los individuos son considerados sólo en tanto trabajadores y nada más es visto en ellos, todo lo demás es ignorado”[73]. En el mismo espíritu, Marx afirmo en los Grundrisse:
“En la base de la producción comunal, la determinación del tiempo permanece, por supuesto, como algo esencial. Mientras menos tiempo requiera la sociedad para producir trigo, ganado, etc., mayor tiempo obtiene para otra producción, sea material o mental. Tal como en el caso de un individuo, la multiplicidad de su desarrollo, de su goce y de su actividad dependen sobre la base de la economización del tiempo. Economía del tiempo, esto es prácticamente a lo que se reduce en última instancia toda la economía en cuanto tal (…) Así, economía del tiempo, junto con la distribución planificada del tiempo de trabajo entre las variadas ramas de la producción, permanecen como la primera ley económica sobre la base de la producción comunal. Sin embargo, esto es completamente diferente de una medida de los valores de cambio (trabajo o productos) por el tiempo de trabajo.”[74]
Sin embargo, en su época temprana, Marx se mantuvo obstinado en establecer como objetivo del comunismo la abolición del trabajo, en vez de la realización de algunos tipos de planificación racional o democrática del trabajo. En sus Manuscritos Económico Filosóficos de 1844, Marx anticipó que con el comunismo las actividades instrumentales determinadas por un propósito, i.e. actividades conforme a un fin (zweckmäβige Tätigkeit), o actividades de acuerdo a un fin determinado (zweckbestimmte Tätigkeit), serían reemplazadas por actividades de acuerdo a fines en si mismos (Selbstzweck), auto-actividades (Selbsttätigkeit) o actividades no-instrumentales.[75] En efecto, Marx imaginó que las actividades artísticas en tanto fines en si mismos prevalecerían en el comunismo, mientras que la división del trabajo, así como también la producción instrumental, serían abolidas. En La Ideología Alemana, Marx y Engels escribieron:
“En todas las previas revoluciones el modo de actividad siempre permaneció incólume, y se limitó sólo a la cuestión de los diferentes modos de distribución de ésta, una nueva distribución del trabajo a otras personas, mientras que la revolución comunista está directamente dirigida al hasta ahora modo de actividad que termina con el trabajo (die Arbeit beseitigt) (…) los proletarios, si se quieren afirmar a sí mismos como individuos, tienen que abolir las hasta ahora condiciones prevalecientes de su existencia (…), a saber, el trabajo (die Arbeit aufheben). (…) Sólo en esta etapa (en el comunismo) la auto-actividad coincide con el trabajo material. (…) La transformación del trabajo en auto-actividad corresponde a la transformación de la previamente limitada interrelación, en la interrelación de los individuos como tales (…) no es una cuestión de liberar el trabajo sino de abolirlo”.[76]
De la misma manera, Marx escribe en 1846 que el Trabajo en virtud de su propia naturaleza es no-libre, inhumano, una actividad a-social, determinado por la propiedad privada y creador de propiedad privada, y que, por tanto, una organización del trabajo es una contradicción. A su vez, anticipó que la “abolición de la propiedad privada se hará realidad sólo cuando sea concebida en tanto en cuanto abolición del trabajo”.[77] Efectivamente, Marx asumió que la abolición del trabajo constituye un prerrequisito esencial de la abolición de la propiedad privada capitalista, considerando la organización del trabajo como tal como una contradicción. Para Marx, la propiedad privada capitalista resulta del trabajo enajenado, y no vice-versa. Asimismo, asumió que la abolición del trabajo es esencial para liberación del trabajo en el comunismo, en el sentido de que este último sólo llega a ser una realidad en la medida en que el trabajo es abolido, así como también liberado de la vida del trabajo o, en otras palabras, de la abolición de la reducción de la vida al trabajo en el capitalismo.
La idea de la abolición del trabajo no puede ser asumida como la proyección inmadura del joven Marx. Por cierto, Marx en los Grundrisse, mientras que concede que el trabajo de ninguna manera signifique que llegue a ser una mera diversión o un mero entretenimiento como lo concibe – no sin un dejo de ingenuidad – Fourier, deja claramente establecido que en el comunismo “el trabajo llega a ser un trabajo atractivo (travail attractif), auto-realización individual (…) trabajo libre real”, “por consiguiente, el trabajo aparece ya no más como trabajo, sino como actividad (Thätigkeit) totalmente desarrollada en cuanto tal”, y en donde eventualmente “ ha cesado el trabajo en el cual un ser humano hace lo que una cosa podría hacer”[78]. De la misma manera, en el conocido pasaje del Fragmento sobre las Máquinas de los Grundrisse, Marx anticipó la tendencia hacia la abolición del trabajo o la extinción de la ley del valor dentro del capitalismo:
“El trabajo ya no aparece tanto como recluido en el proceso de producción, sino que más bien el hombre se comporta como supervisor y regulador con respecto al proceso de producción mismo. (…) sino que inserta el proceso natural, al que trasforma en industrial, como medio entre sí mismo y la naturaleza inorgánica, a la que domina. Se presenta al lado del proceso de producción, en lugar de ser su agente principal. En esta transformación lo que aparece como el pilar fundamental de la producción y la riqueza no es ni el trabajo inmediato ejecutado por el hombre ni el tiempo que éste trabaja, sino la apropiación de su propia fuerza productiva general, su comprensión de la naturaleza y su dominio de la misma gracias a su presencia como cuerpo social; en una palabra, el desarrollo del individuo social, el cual aparece como la gran piedra fundacional de la producción y de la riqueza. El robo del tiempo de trabajo ajeno, sobre el cual se funda la riqueza actual, aparece como una base miserable comparada con este fundamento, recién desarrollado, creado por la gran industria misma. Tan pronto como el trabajo en su forma inmediata ha cesado de ser la gran fuente de la riqueza, el tiempo de trabajo deja, y tiene que dejar de ser, su medida (…) la riqueza real es la fuerza productiva desarrollada de todos los individuos. Ya no es entonces, en modo alguno, el tiempo de trabajo, la medida de la riqueza, sino el tiempo disponible. El tiempo de trabajo como medida de la riqueza pone la riqueza misma como fundada en la miseria, y al tiempo disponible como fundado como existente en y en virtud de la antítesis con el tiempo de plus-trabajo, o bien pone todo el tiempo de un individuo como tiempo de trabajo y consiguientemente lo degrada a mero trabajador, lo subsume en el trabajo.”[79]
En el Discurso Inaugural de la AIT, Marx anticipó la sustitución del trabajo asalariado por el trabajo asociado, remarcando que “el trabajo contratado no es sino una forma transitoria e inferior, destinado a desaparecer antes de que el trabajo asociado maneje el trabajo con mano dispuesta, una mente lista y un corazón alegre.”[80]
No obstante, Marx se retractó de su idea sobre la abolición del trabajo en sus trabajos posteriores.[81] En efecto, la distinción entre el reino de la libertad y el reino de la necesidad en el volumen 3 de El Capital muestran que Marx abandonó la visión de abolir o trascender el reino de la necesidad como tal, el cual es compuesto de trabajos en tanto actividades instrumentales. En los Manuscritos Económicos de 1861-63 Marx admite que en la futura sociedad post-capitalista, el tiempo de trabajo – incluso si el valor-de-cambio es eliminado – siempre permanecerá como sustancia creativa de riqueza y medida de los costos de su producción[82]. En el volumen 1 de El Capital, Marx establece la planificación universal del trabajo en vez de su abolición como fundamento de una AIL, cuando escribe que “el velo no es removido del rostro del proceso vital social, i.e. el proceso de producción material, hasta que se convierta en producción ejercida por los hombres libremente asociados, y ejecutada bajo su control consciente y planificado.”[83] Finalmente, en La Crítica del Programa de Gotha, Marx desecha realmente su visión temprana sobre la abolición del trabajo, afirmando que el comunismo desarrollado, “el trabajo se convierte no sólo en un medio de vida, sino que también en el primer deseo de la vida”[84].
La distribución de acuerdo al trabajo y al intercambio equitativo del tiempo de trabajo basado en certificados de trabajo constituyen defectos o remanentes de la vieja sociedad capitalista que debieran ser superados con el comienzo de una revolución anti-capitalista: estos mecanismos están lejos de ser los principios de una nueva sociedad que necesita ser observada y mantenida en una AIL o comunismo temprano.[87] Tan solo con reemplazar el precio de mercado por el tiempo de trabajo como la unidad de la coordinación económica no resuelvemos los defectos de una economía capitalista de mercado, pues el precio de mercado es la forma existencial del tiempo de trabajo. Por otro lado, la distribución basada en las necesidades y la abolición del trabajo no son el estado ideal de un futuro distante, sino la tarea inminente que debería ser seguida desde el comienzo de una revolución anti-capitalista. En efecto, Marx señaló que incluso en el comunismo temprano, la parte substancial del total del producto social no es distribuida a los individuos de acuerdo a sus tiempos de trabajo, sino que es deducido por la distribución de las necesidades comunes: “lo que sea dedicado a la satisfacción colectiva de las necesidades, sean escuelas, servicios de salud, etc.” En comparación con la presente sociedad, lo que sea distribuido según las necesidades sociales ira progresivamente incrementándose desde el comienzo, y seguirá creciendo de manera proporcional al desarrollo de la nueva sociedad.[88] Sin embargo, la razón por la cual la coordinación económica basada en el cálculo del tiempo de trabajo es a menudo usada – aunque temporalmente – en el comunismo temprano, es porque sólo recurriendo a ella puede ser diseñada la extensión de la distribución basada en las necesidades y la abolición del trabajo.
- Notas concluyentes
El comunismo tal como fue entendido por Marx es frecuentemente considerado como la erradicación de la propiedad privada con el objetivo de implantar la estatización o una economía planificada. Sin embargo, como vimos, la esencia del comunismo para Marx son las AIL, las cuales se centran en tres componentes claves, a saber: libertad, individualidad y asociación. Los principales componentes de una AIL ya han ido emergiendo a medida que se desarrolla el modo de producción capitalista. Esta reformulación del comunismo como AIL ayuda a enriquecer la clásica visión del marxismo clásico sobre el socialismo entendido como la “auto-emancipación de la clase obrera” o “socialismo desde abajo”.
Sin embargo, las AIL de Marx en el comunismo temprano presentan algunas contradicciones en relación a que aún son coordinadas por el cálculo del tiempo de trabajo y la economía del tiempo; lo que se supone debería ser superado en el comunismo desarrollado a medida a que la tendencia hacia la abolición del trabajo se torne real y efectiva. Priorizar una versión de las AIL marxianas, tal como el modelo de planificación participativa basada en el cálculo del tiempo de trabajo, en tanto el único comunismo posible, corre el riesgo de volver a una suerte de proudhonismo, cuestión que por sí sola contradice la visión de Marx del comunismo desarrollado. Por tanto, es necesario concebir a las AIL como un modelo abierto, en vez de un modelo final para la historia, a la vez de promover la transición hacia el comunismo desarrollado, universalizando la tendencia para con la abolición del trabajo.
Traducción: Cristián Peña Madrid del Núcleo de Estudios Marxistas de la Universidad de Chile
Notas:
[1] El autor agradece los comentarios y sugerencias realizados por Kevin Anderson, Masami Asakawa, Rolf Häcker, Michael Heinrich, Peter Hudis, Michael Löwy, Marcello Musto y Xiaoming Wu.
[2] Artículo publicado originalmente en el Marx-Engels-Jahrbuch 2015/16. S. 115-134
[3] Nota del Traductor: Las citas de Marx y Engels presentes en este artículo han sido traducidas por mí cotejando tanto con las versiones en inglés (Marx-Engels-Complete Works MECW), como con las originales según la segunda edición histórico-crítica de las obras completas de Marx y Engels, cuando así procede (Marx-Engels Gesamtausgabe, hrsg. vom Institut für Marxismus-Leninismus beim Zk der KPdSU und vom Institut für Marxismus-Leninismus beim Zk der SED; seit 1990: hrsg. von der Internationalen Marx-Engels-Stiftung (Amsterdam), Berlin, 1975 ff.
[4] M. Tabata: Asociación. En: Marx Category Dictionary (en japonés). Tokio 1998, p.10.
[5] Vid. M. Tabata: Marx y la Asociación (en japonés). Tokio 1994. T. Otani: La Teoría de la Asociación de Marx (en japonés). Tokio 2011, ambas obras han sumariado el comunismo de Marx en siete puntos: 1) AIL, 2) trabajo social y producción comunal, 3) control del proceso de producción consciente y planificado, 4) producción social, 5) propiedad social, 6) propiedad individual, 7) sociedad co-operativa.
[6] Karl Marx, Friedrich Engels: The German Ideology, En: MECW. Vol. 5, p. 439
[7] Karl Marx, Friedrich Engels: Manifiesto of the Communist Party. En: MECW. Vol. 6, p. 506
[8] Karl Marx: Capital. A Critique of Political Economy. Vol. 1. Traducido por Ben Fowkes. London 1976, p. 739 (MEGA2 II/6, p. 543).
[9] Karl Marx: Capital. A Critique of Political Economy. Vol. 3. Traducido por David Fernbach. London 1981, pp. 958/959 (MEGA2 II/4.2, p. 838)
[10] Vid. Ed Rooksby: The Relationship between Liberalism and Socialism. En: Science and Society. Vol. 76, 2012, Nº4.
[11] Karl Marx: Contributions to the Critique of Hegel’s Philosophy of Law. Introduction. En: MECW. Vol 3, p. 186 (MEGA2 I/2, p. 189)
[12] Karl Marx, Friedrich Engels: The German Ideology, En: MECW. Vol. 5, p. 78
[13] Hal Draper: Socialism from Below. Atlantic Highlands 1992, p. 7
[14] Marx, Engels: The German Ideology. MECW. Vol. 5, p. 439
[18] Friedrich Engels: Anti-Duhring. En: MECW. Vol. 25, p. 267 (MEGA I/27, p. 444).
[19] Vid. Lenin: What the “Friends of the People” Are and How They Fight the Social Democrats (1894). En: Collected Works. Vol. 1. Moscow 1977, pp. 168-174
[20] Por lo que cuenta a los debates japoneses acerca de la lectura de la sección sobre “La Tendencia Histórica de la Acumulación Capitalista” de Marx, en particular sobre “la negación de la negación”, vid. T. Nishino: Negation of Negation: Reconstruction of Individual Property. En: System of Das Kapital. Vol. 1 (en japonés). Editado por R. Tomizuka et al. Tokyio 1985.
[21] Karl Marx: Economic Manuscripts of 1861-63. En: MECW. Vol. 34, pp. 108/109 (MEGA2 II/3, pp. 2144/2145).
[15] Karl Marx: Grundrisse. Foundations of the Critique of Political Economy. Traducido por Martin Nicolaus. London 1973, pp. 158, 197, 325 (MEGA2 II/1, pp. 91, 126, 241).
[16] Marx: Capital. Vol. 1, p. 929 (MEGA2 II/6, p. 683)
[17] Vid. Otani: Marx’s Theory of Association, p. 158
[22] Vid. Otani: Marx’s Theory of Association, p. 152.
[23] Karl Marx: The Civil War in France. En: MECW. Vol. 22, p. 335
[24] Vid. Paresh Chattopadhyay: The Marxist Concept of Capital and the Soviet Experience. London 1994, pp. 128/129
[25] Vid. Otani: Marx’s Theory of Association, p. 110. A este respecto, la así llamada propiedad estatal de los medios de producción en la Unión Soviética y en la Europa Oriental fue sólo una forma específica de propiedad privada, la que se confrontaba con los trabajadores individuales, debido a que estos últimos fueron separados de sus medios de producción pasando a ser propiedad ajena (ibid., p. 119)
[26] Vid. Ibid., p. 154
[27] Karl Marx: Economic Manuscripts of 1861-63. En: MECW. Vol. 33, p. 340 (MEGA2 II/3, p. 1854).
[28] Vid. Otani: Marx’s Theory of Association, p. 161. En los Grundrisse, Marx describió a los individuos sociales como “los individuos universalmente desarrollados, cuyas relaciones sociales – en tanto sus propias relaciones comunales – son, por lo tanto, subordinadas a su propio control comunal” (Marx: Grundrisse, p. 162 (MEGA2 I/1, p. 91), y a su vez enfatizó que los individuos sociales son los sujetos de la nueva sociedad, i.e. AIL.
[29] Marx, Engels: The German Ideology. MECW. Vol. 5, p. 80
[30] Karl Marx: The Poverty of Philosophy. En: MECW. Vol. 6, p. 212.
[31] Karl Marx: Instructions for the Delegates of the Provisional General Council. The Different Questions. En: MEGA2 I/20, p. 232
[32] Marx: Capital. Vol 1, p. 171 (MEGA2 II/6, p. 109).
[33] Karl Marx: The Nationalization of the Land. En: MECW. Vol. 23, p. 136
[34] Marx: Capital. Vol. 3, p. 743 (MEGA2 II.4.2, p. 662).
[35] Ibid., pp. 799/800 (MEGA2 II/4.2, p. 772).
[36] Vid. Otani: Marx Theory of Association, p. 326.
[37] Vid. Draper: Socialism from Below (Fn 11)
[38] Karl Marx: Inaugural Address of the Working Men’s International Association. En: MEGA2 I/20, p. 10
[39] Marx: Capital. Vol. 3, p. 572 (MEGA2 II/4.2, p. 504).
[40] Ibid., p. 571 (MEGA2 II/4.2, p. 504)
[41] Marx: Instructions for the Delegates of the Provisional General Council. The Different Questions. En: MEGA2 I/20, p. 232.
[42] Marx: Capital. Vol. 3, p. 511 (MEGA2 II/4.2, p. 458).
[43] Marx: The Civil War in France. MECW. Vol. 22, p. 335.
[44] Vid. Otani: Marx’s Theory of Association, p. 106.
[45] Tabata: Association, p. 11
[46] Otani: Marx’s Theory of Association, pp. 99/100.
[47] Por su puesto, Marx difirió abiertamente de los socialistas utópicos incluso en su fase temprana, en el sentido de que Marx intentó basar el comunismo sobre un criticismo de la realidad. En una carta escrita en 1843 dirigida a Ruge, Marx dijo: “nosotros no anticipamos dogmáticamente el mundo, sino que sólo queremos encontrar el nuevo mundo a través de una crítica del viejo. (…) nosotros no confrontamos el mundo de un modo doctrinario con un nuevo principio. (…) Nosotros desarrollamos los nuevos principios para el mundo de los mismos viejos principios del mundo.” Karl Marx: M. to R. Letters from the Deutsch-Französische Jahrbücher. En: MECW. Vol. 3, pp. 142, 144 (MEGA2 I/2, pp. 486, 488)
[48] Marx: Capital. Vol. 3, p. 1020 (MEGA2 II/4.2, p. 889).
[49] Marx: Grundrisse, pp. 158/159 (MEGA2 II/1, pp. 91/92).
[50] Karl Marx: Inaugural Address of the Working Men’s International Association. En: MEGA2 I/20, p. 10
[51] Marx: Capital. Vol. 3, p. 365 (MEGA2 II/4.2, p. 331).
[52] Karl Marx: Economic Manuscripts of 1861-63. En: MECW. Vol. 32, p. 316/317 (MEGA2 II/3, p. 1317).
[53] Karl Marx: Critique of the Gotha Programme. En: MECW. Vol. 24, p. 85 (MEGA2 I/25, p. 19).
[54] Marx: Capital. Vol. 1, p. 173 (MEGA2 II/6, p. 110).
[55] Marx: Capital. Vol. 3, p. 959 (MEGA2 II/4.2, p. 838).
[56] Karl Marx: Economic Manuscripts of 1861-63. En: MECW. Vol. 32, p. 158 (MEGA2 II/3, p. 1149).
[57] Marx: The Civil War in France. MECW. Vol. 22, p. 335.
[58] La frase de Marx “ein Plan” debería ser leída como “un plan” en vez de “el plan”. Vid. K. Miyata: Marx’s Theory of Association (en japonés). En: Political Economy Quaterly. Vol. 49, 2012, N°2, p. 86
[59] Vid. Otani: Marx’s Theory of Association, p. 99
[60] Michael Albert: Parecon. Life after Capitalism. London, New York 2003.
[61] Pat Devine: Democracy and Economic Planning. Cambridge 1988.
[62] En cuanto a trabajos más recientes sobre la planificación participativa, vid. Designing Socialism: Visions, Projections, Models. Ed. Por A. Campbell. Science and Society. Vol. 76, 2012, N°2; David Laibman: Political Economy after Economics. London 2012; Seongjin Jeong: Marx’s Communism Revisited (en coreano). En: Marxism 21. Vol. 12, 2015, N°1; T. Ha: A Study on the External Economic Relations of the Participatory Planned Economy (en coreano). Dissertation. Gyeongsang National University 2014.
[63] Karl Marx: Critique of the Gotha Programme. En: MECW. Vol. 24, p. 85/86 (MEGA2 I/25, p. 13/14).
[64] Marx: Capital. Vol. 1, p. 171/172 (MEGA2 II/6, p. 109).
[65] Vid. Karl Marx: Capital. A Critique of Political Economy. Vol. 2. Trad. de David Fernbach. London 1978, p. 434 (MEGA2 II/11, p. 347). “Resulta interesante que ninguna de las discusiones de Marx sobre la sociedad post-capitalista en el vol. 2 de El Capital mencionan al Estado. En cambio, Marx se refiere al control de los elementos de la producción y de la distribución por la sociedad.” (Peter Hudis: Marx’s Concept of the Alternative to Capitalism, Leiden, Boston 2012, p. 175)
[66] En los Grundrisse, Marx demostró que el esquema de Proudhon del dinero-trabajo, el cual asumía la realización del intercambio equitativo sobre la base de la producción de mercanciás, es inconsistente, y que de esta manera lleva a la abolición de la producción de mercancías cuando es llevada a su conclusión lógica. David McNally: Against the Market. London, New York 1993, después de todo, es correcto considerar el esquema de Proudhon del dinero-trabajo como el padre de las teorías del socialismo de mercado.
[67] Vid. Makoto Nishibe: The Theory of Labour Money: Implications of Marx’s Critique for the Local Exchange Trading System (LETS). En: Marx for the 21st century. Ed.por Hiroshi Uchida. London 2006, pp. 89-105.
[68] Kojin Karatani: The Structure of World History: From Modes of Production to Modes of Exchange. Trad. de Michael K. Bourdaghs. Durham 2014.
[69] Vid. N. Kwack: Contradictions of Marx’s Communism and the Socialism for the 21st Century (en coreano). En: Marxism 21. 2006. N°6.
[70] Karl Marx: Critique of the Gotha Programme. En: MECW. Vol. 24, p. 86 (MEGA2 I/25, p. 14).
[71] Ibid., p. 85 (MEGA2 I/25, p. 13).
[72] Karl Marx, Friedrich Engels: The German Ideology, En: MECW. Vol. 5, p. 537.
[73] Karl Marx: Critique of the Gotha Programme. En: MECW. Vol. 24, p. 86/87 (MEGA2 I/25, p. 14).
[74] Marx: Grundrisse, pp. 172/173 (MEGA2 II/1, pp. 103/104).
[75] Vid. Uri Zilbersheid: The Vicissitudes of the Idea of the Abolition of Labour in Marx’s Teachings – Can the Idea be Revived? En: Critique. 2004. N°35, pp. 119/120.
[76] Karl Marx, Friedrich Engels: The German Ideology, En: MECW. Vol. 5, p. 52, 80, 88, 205.
[77] Karl Marx: Draft of an Article on Friedrich List’s Book Das Nationale System der politischen Oekonomie. En: MECW. Vol. 4, p. 279.
[78] Marx: Grundrisse, pp. 611, 325 (MEGA2 II/1, pp. 499, 241).
[79] Ibid., pp. 705/706, 708 (MEGA2 II/1, pp. 584/585, 589).
[80] Karl Marx: Inaugural Address of the Working Men’s International Association. En: MEGA2 I/20, p. 10
[81] Vid. Uri Zilbersheid: The Vicissitudes of the Idea of the Abolition of Labour in Marx’s Teachings (Fn 73).
[82] Karl Marx: Economic Manuscripts of 1861-63. En: MECW. Vol. 33, p. 391 (MEGA2 II/3, p. 1388).
[83] Marx: Capital. Vol. 1, p. 173 (MEGA2 II/6, p. 110).
[84] Karl Marx: Critique of the Gotha Programme. En: MECW. Vol. 24, p. 87 (MEGA2 I/25, p. 15).
[85] Jakob Rigi: Peer Production and Marxian Communism: Contours of a New Emerging Mode of Production. En: Capital & Class. Vol. 37, 2013, N°3, pp. 397-416.
[86] Nick Dyer-Whiteford: Red Plenty Platforms. En: Culture Machine. Vol. 14, 2013.
[87] Vid. Michael Lebowitz: The Socialist Imperative: From Gotha to Now. New York 2015.
[88] Karl Marx: Critique of the Gotha Programme. En: MECW. Vol. 24, p. 85 (MEGA2 I/25, p. 13).
Relacionado
“Marx, Engels y el romanticismo”: Michael LöwyEn «Filosofía marxista»
"El problema de la libertad en el pensamiento de Marx": Ángel Prior OlmosEn «¿Qué leer?»
"Marx y sus Manuscritos de 1844: bases antropológicas en su concepción del hombre libre": Levy del Águila MarchenaEn «Economía marxista»
No hay comentarios:
Publicar un comentario
- CRIADO, PUBLICADO Y EDITADO POR Lmm/LukyMÁ. 29006.
Muy interesante trabajo gracias por compartir, particularmente estudio el tema de las cooperativas y como retomar precisamente la concepción original y marxiana del trabajo libre asociado como superación de la sociedad capitalista, fundamentalmente su papel en la transición socialista; y es precisamente en este punto donde sí, tengo dos observaciones sobre el escrito que quisiera compartir.
En primer lugar en este párrafo que reproduzco a continuación:
“En estos parágrafos, Marx afirma claramente que incluso en el comunismo temprano el trabajo se manifiesta como tal inmediatamente, que los intercambios de valor se evaporan y que la regla es la coordinación basada en el cálculo del tiempo de trabajo. Sin embargo, Lenin entendió el comunismo temprano de Marx como un periodo de transición del capitalismo hacia el comunismo, que llamó socialismo, al que caracterizó por la propiedad estatal de los medios de producción. De esta conceptualización no-marxista de Lenin sobre el comunismo se origina el discurso estalinista del modo de producción socialista, y de la variedad de modelos de socialismos de mercado que sirven para justificar la existencia del mercado, del dinero y del valor, así como también de la propiedad de los medios de producción por parte del Estado en el socialismo. Empero, el mismo Marx nunca concibió al socialismo como una etapa separada y distinguible del comunismo.”
Me parece que no se tiene en cuenta, que Lenin marxista al fin, lo que hizo fue utilizar los métodos y las herramientas proporcionadas por Max y aplicarlas a su realidad concreta, donde vemos una direfencia en cuanto a conclusiones de ambos, ya que Marx hablaba de los países desarrollados donde se daría esa transición a partir del propio desarrollo de las fuerzas productivas y las condiciones necesarias. Lo cual facilitaría el tránsito hacia el comunismo en el resto de los países. La conceptualización, para mi, marxista de Lenin de una etapa de transición denominada socialista responde a la realidad objetiva de realizarla en países subdesarrollados o como definió el eslabón más débil en la cadena imperialista, lo cual comprendía el enorme reto de ir creando las condiciones necesarias tanto objetivas como subjetivas para la trasformación social, en medio de un mundo capitalista, con el cual tenían que relacionarse por lo tanto los cambios no podían ser tan inmediatos como habían sido previstos por Marx. Si bien esta construcción socialista se fue deformando en el camino, ya eso es cosa de la praxis humana y material de aprendizaje para el resto del mundo, pero no considero que el aporte realizado por Lenin en este sentido deba considerarse como no marxista.
En otro aspecto del escrito y que reproduzco a continuación:
“Por otro lado, la distribución basada en las necesidades y la abolición del trabajo no son el estado ideal de un futuro distante, sino la tarea inminente que debería ser seguida desde el comienzo de una revolución anti-capitalista.”
Nuevamente considero que se trata de un problema de realidades concretas o condiciones reales y objetivas desde las que vean o analicen las cosas, para un país desarrollado como Japón bien esa podría ser la tarea principal desde el inicio de una revolución, considerando que sucede en el resto del mundo, cosa que me parece que a veces no es tenido en cuenta y el análisis se queda en los marcos nacionales de un país y estamos conectados a un mundo del cual cada vez más recibimos más influencia.