El Andaluz: Una Lengua Virgen-Extra. Chú'patezah!

Consciousness and Cognition parece una bonita revista. Podría ser un banco de pruebas para nuestras tesis noo-geográficas, esto es, biogeografía de la noosfera, o de una parte de ella. Noosfera comprehendiendo los llamados archivos akásikos o "el libro de la vida". Si imaginamos que fuera posible aprehender y archivar toda la información acumulada y cambiante dentro del universo y/o multiverso, la noosfera sería toda esta información. Se trataría de analizar en nuestro caso, tomando como territorio a estudiar los contenidos de esta revista, en qué medida estos contenidos son inclusivos respecto a esos tres niveles, o capas con la que describíamos la consciencia: cerebro-cuerpo-ecosistema: CCErebro.

Es como si estuviéramos cada vez más content@s, y al mismo tiempo más ansios@s. Por un lado la crisis parece abocarnos a situaciones en principio cada vez más absurdas; a no ser que, desmarcándonos de esa nube tóxika que constituye los clásicos medios de masas, utilicemos nuestra clarividencia para gritar: ¡Olalá! o bien: ¡Eureka! ¡pero si esto ya estaba predicho, escrito y requetedicho en espacios como este!

Entonces lo que parecía una crisis así, porque sí, como puro accidente de la evolución de los sistemas complejos, resulta ser una descomunal tomadura de pelo.

Las complicidades de los distintos actores en esta obra en tres actos: precrisis (inflamiento burbujil) crisis (explosión burbujil) y poscrisis (digamos, posguerra, güarra guerra, por cierto...), podrían ser también analizados al estilo de esa noogeografía ya citada. Un ejemplo: recopilar de los medios de masas las declaraciones de unos y otras antes durante y después. Hay quiebros muy guapos, como el del pesoe con la autopista contra casabermeja, que antes decía que no (estaba en contra), pero cuando accedieron al poder (representativo, más o menos...) cambiaron, fíjense por donde, de opinión, y pasaron a estar a favor.

Si los aeropuertos son tan deficitarios (l@s economistas ecológic@s llevan un siglo diciéndolo), imangínense ustedes las autopistas, o los trenes de alta velocidad (donde pueden correr). La economía ecológica, al contemplar el sistema económico como un subsistema del sistema ecológico, esto es, del ecosistema, pues lo que hace es acercarse mucho más al sentido común, o del común, esto es a los ciclos de energía y materiales con los que llevamos bregando como seres vivos, mucho más tiempo que dos esquálidos siglos en los que por arte de magia se inventaron una economía "divina", tan divina que ganaba más quien más destruía, puesto que al endiosar las ganancias, le resultaba más rentable destruir un territorio bioclimático tan singular como es esta costa norte del mar de alborán, que valorar sus recursos en aras de su mantenimiento y de su eficiente reproducción.

Pues anda que el consumo y su historia tienen (maldita) gracia. Según un librillo que me regaló una amiga de los usa que conocimos en el tren a ronda, hace años, cuando las movidas del agua, según este libro fué la aristocracia europea la que empezó a imitar modales y consumos de sus reyes, para poder acceder a tratar con ellos sus respectivos negocios "de tú a tú". Y según uno de los maravillosos informes anuales sobre el estado del mundo, decía que fué un señor, de los usa, al que en la crisis del 29 se le encendió la lucecita y gritó: ¡Eureka! ¡Ya lo tengo!

Lo que propuso este buen señor es que (en el entorno ideológico de ignorar al ecosistema y sus límites) la crisis se solucionaría si convencíamos al personal para que comprara mientras más cosas mejor, y que las renovara asimismo cuanto antes (obsoleticidad programada).

Sumen ustedes el número de universitarios a los que se les nombra, al menos, la economía ecológica, y seguiremos comprendiendo mejor estas nefastas secuelas de una ideología económica tan esotérica al menos como las discusiones sobre el sexo de los ángeles.

Pero bien mirado todos estos inconvenientes, con los que convivimos, esconden también (qué remedio) sabias ventajas. Es una muy clara demostración científica de muchas cosas. Estamos metidos en esta sincronicidad, que llamamos grave o gravísima crisis, pero al mismo tiempo, podríamos y deberíamos gritar: ¡Viva la Crisis!. La lógica borrosa (hagan la misma entrevista de antes sobre esta discipina) es que permite una manga muy ancha. Como por ejemplo (lo hemos dicho en facebook) permite permutar, con ganancia encima, una cuesta de enero dada, en un tobogam equis.

Este tobogam infimóniko, funciona como un atractor. Si la crisis puede considerarse un tensor, esta poscrisis que imaginamos y soñamos y escribimos y deseamos podría ser que fuera un potente atractor.

Por eso andamos tan ansiosos como contentos, a pesar de todo, bien conscientes de que con alegría nuestras neuronas permiten maravillas, aunque la situación sea nefasta o incluso pudiera llegar a ser abominable.

El andaluz deviene como el cuarto jinete del apocalipsis de nuestra propuesta múltiple o invitación. Hablábamos de tres sinapomorfías bio-culturales que funcionan como estrangulamientos o cuellos de botella en la evolución actual de la humanidad, humus y entorno incluido.

Estos tres cuellos de botella suponen novedades recientes en la historia (humana), tensores hiperlineales que afectan a una porción significativa del espacio-tiempo de la humanidad actual; opotentes condicionantes bio-culturales.

Son y/o eran: "tres eran tres y ninguno era bueno"

uno: estructura esclava y jerárquica del aula (dominante en bachillerato, por ejemplo) versus incrementar las modalidades de grupo interactivo (más frecuente en F.P., por ejemplo)

dos: el texto lineal típico a un color mediante un larguísimo renglón (o macrorrenglón) que se trocea adecuadamente para que quepa en el ancho de página (versus por ejemplo internet y toda su parentela)

tres: el auto particular (gracias García Calvo), (una persona un coche) versus más amplitud de posibilidades, bicicletas triciclos taxis, burro-taxis, hasta taxis colectivos, furgonetas, microbuses, tal como existe en medio mundo y parte del otro medio

En los tres casos hay una extrema atención consciente / inconsciente de nuestros sistemas sensoriales hacia estructuras modélicas en lo que llamamos sistemas lineales. En los tres casos hay (o había) un decrecimiento vertiginoso en la gama de posibilidades, y por tanto en la eficiencia del sistema, al constreñirse peligrosamente la diversidad.

Y a estos tres hemos sumado el andaluz, del que afirmamos tan panchamente (hombre! ya que afirmas!) que es una lengua virgen extra. ¿Por qué? Bueno, pongamos que (igual que ocurre en otras situaciones geo-lingüisticas similares) que el bilingüismo en andalucía requiere como diríamos una partición en "el disco duro", en nuestro disco duro, en nuestras redes neurosemánticas.

Cuando hablamos informalmente hablamos en nuestra lengua madre. Cuando hablamos formalmente y sobre todo cuando escribimos, solemos usar mayormente el castellano. A día de hoy esto que parecería un gran inconveniente, se convierte en un atractor, una gran ventaja. hemos sobrevivido a esta esquizofrenia lecto-lingüistica y estamos aquí, con mi vecina esperanza, viendo el futuro o futurhoy, ya que no para de llegar en cada instante.

Y ké pazah kuandoh hkribimu ' ndalú?
¿Y qué ocurre cuando escribimos en andaluz?

Po ke la nuronah eza korreh ke güelah!
¡Pues que nuestras redes neurosemánticas corren a más velocidad!

¡No me lo puedo creer!

Ke no te lo kieh kréh!

Eso no tiene ni pies ni cabeza.

Anda y mirah los gugeh ezoh y veráh lo k'h güenoh!

Pues yo soy el lector y/o a y ni lo pienso mirar.

Poh nah shikiyo. Zi eh de kajón túh.

Polke lah mareh ziempr'n zíoh lah mareh. Y la lengua mare mah toavíah.

Ahki er zueño pazaoh mañanah eh k'r defenzóh 'r pueblo armita ke kuarkiéh 'zameh ze puah contehtáh 'ndalúh. Y toh kontentoh!

Chúpat'ezah!