Hablando en Plata

Musiqueando Nuestras Conversaciones

Me disponía a leer sobre "Lenguaje Vacío" en un artículo -"Aviso Para Movimientos Sociales", cuando mis ojos se detuvieron en otro lugar de mi desordenada mesa (bueno, estoy en esas...). En los aknowledgemnts de un libro (¿el libro?) sobre ABDUCCIÓN, que estaba "subrayado" en plan "arteístiko", estoes, un revuelo de "mariposillas" sobre una idea (situada a su vez sobre un lugar del folio o A4) que me había llamado la atención. La complejidad del revuelo de "mariposillas" sobre ese lugar del folio, de alguna manera, está relacionada con el instante vivido en el momento de la lectura original. Se podría relacionar con la complejidad mental, o "capacidad" para adentrarse en la dirección de pensamiento a la que te invita una tal "idea-sorpresa". Idea-sorpresa porque te sorprende; y es acicate porque te enamora también con el resto del testo. "mariposillas" o gaviotas reidoras como las del otro día en la boca del totalán. Venían como del río y se abalanzaron en una danza bastante revuelta sobre el mar descendiendo bruscamente a nivel de la orilla. Acostumbrado a las más pesadotas gaviotas patiamarillas o pavanas, que son las que se ven en verano, este vuelo otoñal me marcó muy gratamente por su viveza y "osadía". Pues para ellas podía ser muy normal lo que hicieron. Pero para mí, con mis redes neurosenso´mátikas acostumbradas, como ya he dicho, a las pavanas, pues es exactamente como si se hubiera dado, MÁGICAMENTE, una contracción del ESPACIO-TIEMPO.

Una contracción del espacio tiempo:

una contracción del tiempo porque comparado con las pavanas, estas, tan apelotonadas que estaban, para colmo, se movieron de pronto a una velocidad tal que era impensable para las pavanas. velocidad impensable para las pavanas porque precisamente, y aquí está la contrraccion en el espacio, estaban apelotonadas (siempre, claro, en relación a mis datos en mi memoria, estoes, mi experiencia sensorial con las pavanas; que por cierto, se puede decir que DEVORO (o follo, que también resulta muy ilustrativo). Y digo que este supuestoyo devora y folla a las pavanas porque es consciente de que la consciencia es, básicamente (equivocado previamente al teclear como "básculamente": en cuanto a peso, o importancia en bits...) eso: la facilidad y felicidad y fluicidad de transmisión semiautomática de sensaciones en el seno de la sensosfera, como espacio multidimensional del lenguajear, inmerso implícitamente, e impli-cada-mente, en la biosfera, gaya, ecosistema...como deseen...

¿Habrá forma más sencilla de comprender la inmanencia?

Entonces cuando oyes o ves una pavana, o un gorrión, o un árbol, o un niño/a, o una mujer, o un ser vivo, o algo que se mueve, o algo que cambia de pronto en tu campo de visión o cenestésiko, el acecho chamániko entra de lleno en acción, absorbes gratuita-mente todo lo absorbible... todo lo que tus caprichosos sentidos se tragan, porque les llama la atención por su novedad relativa en cuanto a la memoria de tu experiencia. Tu experiencia se almacena en un disco duro que se llama ecosistema (en sentido amplio). Los datos que se tragan tus sentidos están en ese ecosistema. Si no hay una dirección de observación predeterminada, porque simple mente vas paseando o en autobus, y tu atención puede ser dirigida libre mente en todas direcciones, pues te vas fijando (sin pensar) en cualquier cosa; de ahí vas moviendo tu atención, tu acechar, hacia otros lugares, tanto porque mueves la cabeza como porque al moverse el bus se te mueve tu campo de observación.

Lo curioso es que la diversidad de información es tan elevada en la sensosfera, en casi cualquier sitio donde estés, que, por decirlo llanamente, resulta muy difícil aburrirse.

La realidad (que observas) es fractal. Su dimensión es ninguna y al mismo tiempo todas a la vez. Las hojas del suelo por ejemplo, de plátano oriental, por ejemplo. Cambian tanto de color unas a otras...Y luego está su pocición en la acera, boca arriba, boca abajo, con el eje dando la hora tal o la hora cual... A ver, la corteza del tronco, que ahora tiene muy verde y fotosintétiko su piel ( me refiero al eucalipto, mejor disho, a UN eucalipto subiendo al cerrito del semen-terio del rincón. Me viene ahora a la cabeza el caer cayendo de las hojas eucalipteras en el balneario. Qué danza dios mío...Como aterrizan,,, parecen un trompo...luego añadan, sigan añadiendo más complejidad...resulta que está lloviznando...más diversidad...el vapor de agua en las ventanas del bus,,,una niña que dibuja sobre el cristal...el ruido al girar el autobus sobre los charcos...y luego está saber e imaginar (no hay lo uno sin lo otro) que detr´s de ese aroma del suelo del algarrobo aquel, están las bacetrias, las sempiternas bacterias---