Hay esta tarde A LAS 1930 en El Ateneo de Málaga, una conferencia sobre el particular, que ojalá muy pronto puedan ustedes participar en ella, o en otras charlas, aunque estén lejos de Málaga. Si estos encuentros físicos, se internacionalizan, cómodamente, y en tiempo real, con ayuda de un Skype. Esto probablemente también quitaría hierro al asunto que nos trae, pues una gran comunidad escolar, que con estas tecnologías no tiene límites, es menos dada a esas depresiones y violencias. Pero sobre todo nos queremos referir a la cuestión de fondo. Hasta qué punto, esa frase del título, al poner ese "EN", delante de "Adolescentes", indica mayormente que la raiz de la cuestión no está en los sujetos /as adolescentes, sino en la violencia y depresión estructural del sistema donde conviven los adolescentes.
¿Alguien se ha preguntado alguna vez que hace una persona sentada mil horas al año, en un hueco fijo de medio metro cúbico, como un "coocon", y precisamente en el período de más intenso aprendizaje y dinamismo, desde los seis o siete años, hasta los veintitantos, en que sale de la universidad?
¿Alguien se ha preguntado si es un milagro que este post-adolescente, o post adolescedor, que navega por fín libremente por la sociedad, y pueda incluso sobrevivir?
El aula fija y jerarquica, en la que el cien por cien de las clases son magistrales, es sin duda un carácter atávico en la biología humana del siglo XXI.
En la educación formal, desde los seis o siete años, la regla es colocar al alumnado en sillas que miran todas hacia el profesor/a. No es así en educación profesional, en que las clases magistrales se complementan con trabajos de grupo.
En la universidad, al menos por aquí cerca, la regla de colocación del alumnado es, por lo general, an aulas con bancas esclavas atornilladas al suelo. En las Facultades de Educación, y según las especialidades y grupos, la regla es que una parte, pequeña a veces, mayores otras veces, de las horas de clase se destinen a trabajos de grupo colocados en círculo con sillas libres.
En la educación alternativa, se podría inscribir como "código de honor", las actividades interactivas en grupo, ya que suelen ocupar una parte importante de los cursos.
Múltiples estudios, llevados a cabo, principalmente, en aulas de educación formal, han demostrado las ventajas de trabajar en grupos y de las interacciones en el aula, tanto en lo que se refiere a la comunicación y socialización del alumnado/profesorado, como en su vertiente pedagógica, pues es a través de esas interacciones practicas donde lo escuchado en las clases magistrales se refuerza, se cuestiona, y se mejora, enriqueciendonos todas.
El éxito de tales interacciones en las aulas, hunde sus raíces en nuestra milenaria convivencia, donde la gran mayoría de nuestras interacciones, ha sido frontal y en círculo.
En los bares en la calle, en cualquier situación, el atractor funcional de la comunicación, hace mover nuestros huesos, musculos, y cuerpos, hasta adoptar, fluidamente, la forma de un circulo. Donde todas estamos igualmente situadas. Todas accedemos fácilmente a la comunicación, y donde nadie le da la espalda a nadie. Es la esctructura del consenso.
Lo otro, la iglesia jerarquica, o el aula jerarquica, nació con el patriarcado, construyendo sibilinamente en nosotras toda una abducción bipolar, que generación tras generación ha conseguido negar los más básicos derechos humanos. Así, en vez de cultivar esta sociedad, que la gente hable, se le torpedea a través de todo el sistema educativo en que su deber es hablar bien y escribir bien.
Que yo sepa ningún bebé es corregido, nada más nacer, cuando se tira sobre la teta de su mamá, en busca del placer de mamar.
Tampoco se le reprime o corrige cuando empieza a balbucear sus primeras palabras.
Internet creó una muy peculiar raja digital. Este mundo de la interacción horizontal, donde todas aprendemos al mismo tiempo, y por eso todas disfrutamos más, ya sea en el aula fisica o en internet, es el mundo 2.0.
Tras años y años de explosión bloguera, de explosión 2.0, de consenso, de libertad de expresión, de lenguaje, de escritura, es cuando más obsoleto se ve ese otro mundo, 1.0, del ordeno y mando, del escribir bien, y por tanto más obsoleto se ven las aulas 1.0, jerarquicas, bipolares, donde anidan las bases fisiologicas (por desensibilización selectiva) del fascismo de masas de Wilhem Reich. Y no pasa nada. La cuestión es darse cuenta. Porque no vale un duro cambiar las aulas 1.0 a 2.0. Tanto en la escructura física, hacia sillas libres, como en internet, con ayuda de un simple Skype...
Pero hablen entre ustedes. hablen con gente de todas las tribus. Hablen con la tribu de los que viven cada dia el aula circular, y de las que viven en aulas jerarquicas. Hablen con gente de la educación alternativa. Hablen y hablen. Pues hasta ahora no encontré quien propusiera este cambio. Y que pusiera a parir las aulas jerarquicas. Y que soñara con unos reyes de verdad, que trajeran un tsunami de espuma que arrasara, como quien no quiere la cosa, con esas bancas atávicas patriarcales. Queremos vernos las caras.
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