La Vía del Comunismo Primitivo

"El Capitalismo creará las armas de su propia destrucción".
Carlos Marx

Como Conocimiento y Acción, la Vía de Análisis del Comunismo Primitivo aporta herramientas óptimas, que afloran, desde el sentido común, tras un proceso de metempsícosis o trance, epistemológico, que permite superar lo que llamamos el "Síndrome Anti-Primitivista".

El Síndrome Antiprimitivista es la lógica consecuencia de alimentarnos, intensivamente, en los llamados Centros del Imperio, de un esqueleto o columna vertebral neurosemántica, que asociamos con la Ideología del Progreso.

El evidente rechazo o, lo que es lo mismo, arrinconamiento, del acervo de conocimiento generado durante milenios por multitud de culturas, que caracteriza o caracterizaba al Occidente Eurocéntrico, parece tener que ver con la Ideología del Progreso actuando como un potente atractor.

Evidentemente, este atractor ideológico del progreso ha perdido fuelle. Internet, la globalización multicultural, y la gravísima avería en los motores del Capitalismo que jugó a ser global aparecen como francos representantes que sentaríamos en el banquillo de los acusados de este cuento que parece de ciencia ficción.

El rechazo ya no es el mismo. El intento secular de arrinconar a los pueblos en el contorno de fronteras estatales y aplicarles caprichosamente determinadas dosis de conocimiento (y por tanto: y/0 libertad), "para que respirasen", obedecieran, y no molestasen, ha terminado por fracasar. Las perspectivas son nuevas, o muy nuevas; es como si hubiésemos entrado en un remolino que cada vez gira más rápido y que, aunque no sepamos muy bien hacia donde nos dirigimos, a la mayoría de la gente parece no preocuparle demasiado. En el inconsciente colectivo hay un "poso" de optimismo. Somos demasiados en el planeta como para no llegar a usar las soluciones adecuadas. Una vez caído el "cuarto poder", de los Medios de Masas convencionales, la información se muestra ante nosotros como una variable infinita. Por otra parte la imaginación es también infinita. Ese hombre unidimensional de Marcuse parece seriamente en peligro de extinción. Quizás esa imaginación infinita es lo que ha permitido que los científicos del ramo piensen que el Universo es infinito. Poco a poco, ese número que parecía mágico aparece ante o junto a nosotrxs como "lo más normal del Mundo". Un Mundo así, consciente de su propia infinitud, tanto personal, como en la imaginación, como en el Universo, es un Mundo consciente de su propia infinitud de posibilidades. Como indicaba José Manuel Naredo en su autobiografía, los cajones de los Ministerios están llenos de proyectos alternativos. Hay múltiples alternativas a los modelos impuestos por las instituciones para lo que ellos consideraban progreso o desarrollo. Hay multitud de posibilidades de elección, de caminos posibles para salir del atolladero. Un atolladero más en una larga historia de ensayos y errores que podemos hacerla llegar hasta cuando las bacterias empezaron a proliferar en este planeta.

Ese eje vertebrador atractor que llamamos "progreso", sigue siendo un atractor, digamos, de mediana potencia, en función del impulso "contracorriente" que siguen aún dando al mismo los Medios de Masas convencionales. Es decir, hace falta un elevado input de energía e información para mantener el funcionamiento de este o de otro atractor. Podríamos decir que Occidente se va o se iba cayendo, como un remolino, "por el agujero del lavabo". Toda la presión de educación, formación, información (y/o desinformación), había conseguido provocar una fuerza tal al sistema, que este sigue "rodando" en la misma dirección gracias a esa inercia mantenida tanto tiempo por tantas personas o poblaciones.

El atractor del progreso había convencido a una parte de la humanidad. Pero en la periferia, los problemas iban en aumento, dado el carácter depredatorio del superorganismo capitalista en cuestión. A medida que iban conociéndose los "efectos secundarios" del Capitalismo, tanto en la periferia como en el centro, la antigua unanimidad que lo apoyaba iba perdiendo adeptos. Es entonces cuando la perspectiva cambia. Para una parte de la población mundial, el capitalismo empieza a considerarse seriamente como un Tensor. Un poco de crítica anticapitalista viene bien, pero el calibre de las protestas globales frente al desbocado superorganismo capitalista está haciendo tambalearse a la masa crítica de "abducidos" por el progreso, para seguir apoyando a este monstruo.

Si el capitalismo, o el progreso, como ideologías, están sucumbiendo en el inconsciente colectivo como Atractores, y por tanto la balanza se está inclinando hacia la consideración del Capitalismo y el progreso como Tensores, entonces, ¿donde estarían los posibles Atractores?

Un cierto sentido de indefinición por parte, en general, de los movimientos antiglobalización, y de los movimientos sociales en el momento presente, podría estar relacionado con este impasse epistemológico, este "standby" coincidiendo con el "standby" (por decirlo eufemísiticamente) del propio Capitalismo.

Nuestra propuesta, teórica-y-práctica, va por el camino de lo que hemos llamado Comunismo Primitivo.

No obstante, cuando hablamos de Comunismo Primitivo, estamos hablando de otras muchas expresiones con las que el lector/a quizás esté más familiarizada. Asistimos a un curioso proceso de superproducción. Igual que se ha dado con el ladrillo, o con la superproducción de corruptos/as, también se ha dado una significativa superproducción de ciencia, y conocimiento, en general, y también, como no, de los modelos que los movimientos sociales utilizan para seguir tramando. Esta superproducción es a nuestros ojos, también, una redundancia, en la medida en que, al igual que ha pasado en muchos campos del conocimiento, como efecto secundario de este supuesto éxito, se ha producido una tal proliferación de modelos teorías y descubrimientos, que conforman un paisaje disperso, deslabazado, con escasas relaciones transversales. Quizás se podía hablar en tiempo pasado: "conformaban", ya que la revolución del conocimiento que supone internet, ha facilitado y está facilitando en gran medida ese trasvase transversal que está compensando a la propia proliferación de nuevo conocimiento en las especialidades.

Por poner un ejemplo: la "Transición" y el "Decrecimiento". Son dos tendencias críticas que podrían unificarse ("La Transicición al Decrecimiento").

Como ejemplos de herramientas del Comunismo Primitivo, que ya utilizamos en nuestra vida cotidiana, podrían citarse las plantas medicinales, o las artes marciales. En ambos casos su uso en occidente se ha intensificado significativamente. En ambos casos se trata de tecnologías (biotecnologías, ya que vienen de los sistemas vivos, como las plantas, o nuestro propio organismo), de larga experiencia en la historia humana.

Contra lo que pudiera parecer, en el continuo espacio-temporal, los ámbitos de la vida de las personas que han sido mercantilizados y convertidos en dinero han sido una muy pequeña minoría. Lo que ocurre es que nuestro eurocentrismo es tan miope que llegamos a creernos y a pensar que "así hemos vivido, todos, toda la vida".

Los estados modernos tiene escasamente dos siglos. Las monedas y billetes son cosa de anteayer, y en algunas zonas del Mundo. Los automóviles nacieron hace tres días, como quien dice. Al mirar, no solo Occidente sino todo el Planeta. Y no solo ahora, en el tiempo presente, sino con una perspectiva histórica, esa supuesta mayoría "ideológica" tras la que a veces nos parapetamos para justificar muchas sandeces, se deshace y se evapora entre los dedos como si de harina candeal se tratara.