miércoles, 8 de septiembre de 2010

rEFLESIONES DER DANIEL


Cuando comencé las prácticas ( EN ER COLE)mis expectativas las proyecté en conseguir desarrollarme como persona a través de una fehaciente voluntad de ayudar a los demás a crecer afectiva, psicológica e intelectualmente. A transmitirles que no eran individuos desconectados; así como tampoco lo eran los conocimientos que se les iba a impartir desde distintas áreas. Quería ayudarles en su educación; ayudarles a ir conectando y transformando sus propias subjetividades en una intersubjetivad compartida y aclaradora que los sacase del atolladero del pensamiento plano y efímero cada vez, desgraciadamente, más arraigado a nuestros modos de vida y de comportamiento. Mostrarles las posibles vía o caminos para librarse del aceleramiento vital que trata de engullirnos a todos; el cual es fruto del indiscutido, dogmático e incuestionable afán y ansia de “ progreso lineal” ; la sociedad se está convirtiendo en algo así como un disparo “ a todo gas” que sigue una trayectoria irrefrenable hacia el centro de una diana “ borrosa” y “gris” que está compuesta por la masa de vida ( biota) que existe en la biosfera. . El precio de vivir tan acelerados es muy alto; la inevitable perdida de la efervescencia y la magia que nos caracteriza y acompaña como seres pensantes y pacíficos cuando nos comprometemos a conocernos a nosotros mismos como tal cual somos; es decir, sin pasar por alto, sin obviar, nuestras dimensiones como organismos biológicos, históricos, sociales y culturales que pueden vivir en el mundo y con el mundo.
La herramienta para desarrollar los valores que deberán abrirnos a todos algún día las puertas para entrar en esta nueva visión del mundo más ecológica y cooperativa es el propio conocimiento acumulativo sobre la realidad; como base para desarrollar nuevos constructos de conocimientos que solucionen los problemas de sostenibilidad en un amplísimo marco que abarque desde los organismos vivos ( incluyendo a los propios estudiantes) hasta el propio medio natural social y cultural.
Las posibilidades de maduración y evolución como individuo de una especie pensante revestían un grado alto de complejidad y producían en mí una emergente fascinación ante las nuevas situaciones de exploración y descubrimiento de nuevas claves vitales sobre mi propio desarrollo cognitivo, psicológico y afectivo durante mi infancia. En alguna medida, consideraba que al volver a estar inmerso en el desarrollo educativo de estas fases prematuras de la vida ; ahora desde la perspectiva de maestro; iba a empezar a recordar episodios de mi infancia a los que no tenía acceso, recuperando así información importante; y además , aquellos que si recordaba podría mirarlos de otro modo. Tenía una oportunidad genial para reconstruir desde una perspectiva más amplia mi modo de interpretar mi infancia, desde la observación atenta y consciente de la realidad educativa que iba a tener delante por unos cuantos meses. Tendría tiempo para meditar sobre cómo desarrollar una capacidad de comunicación conmigo mismo y con el mundo intensa y elevada de la que emergiese una comprensión global de los procesos de interacción o de circularidad causal entre mi mente y el medio biológico, social y cultural en la que se desenvuelve mi vida cómo mamífero que se autodenomina superior al resto de los seres vivos del planeta. En un futuro de maduración como docente podría valerme de los conocimientos a enseñar para transmitir con ellos la visión sistémica y holística de la realidad que fuera desarrollando con el tiempo y con mi madurez.
Era consciente de que iba aprender mucho de los alumnos y alumnas , ya que ellos y ellas tienen un conocimiento natural, una efervescencia espontánea y una simplicidad arrolladora. Ellas y ellos no están tan contaminados como los adultos, son más naturales; la ciencia evoluciona copiando modelos de la naturaleza. Sabía que aplicar todo el edificio de conocimiento que llevo construyendo tanto tiempo con mi estudio voluntario, autodidáctico y multidisciplinar no iba a ser una tarea fácil y que me iba a encontrar con obstáculos serios, pero quizá no insalvables ; entre ellos mi propia inexperiencia dentro de contextos educativos formales con toda la complejidad burocrática, académica y social que éstos abarcan. Aún así era optimista en cuanto a mi pretensión racionalizada de poder transmitir un poquito de mi perspectiva del mundo y de las relaciones humanas y, por ende, transmitir también una actitud hacia el conocimiento y unas “pinceladas epistemológicas” para una educación científica renovada en la que el estudiante forma parte de la realidad a estudiar ; se incluye en ella . Para esta pretendida integración del alumno en la realidad me apoyo en el marco de los elementos que la Mecánica Cuántica ha aportado para comprender y reflexionar sobre la relación entre sujeto y conocimiento. Desmontada la doctrina científica de la física clásica newtoniana y cartesiana de que la realidad existe con independencia de que haya un observador observándola o no, se acepta científicamente que la realidad depende del observador y que éste modifica la realidad porque forma parte integral de ella y el individuo se expresa y se comunica en un continuo proceso de retroalimentación en bucle entre organismo y ambiente ;orquestado por el cerebro, la base de esta retroalimentación organismo-ambiente son las emociones y el papel coordinador y cooperativo del cerebro con éstas : - ¡ NO HAY CONOCIMIENO NI CONSCIENCIA SIN UNASENSACIÓN CORPORAL DE FONDO¡… . El cerebro actúa , se comunica con el organismo-ambiente a partir de la propicepción ( conciencia de sentimientos, emociones), procesos neurovegetativa ( asociadas a la digestión y al metabolismo) , inmunológicos y hormonales mediados por los centros vegetativos del hipotálamo y del tronco . De un modo ininterrumpido estos procesos quedan grabados en centros superiores del cerebro como el tálamo y el cíngulo correlacionados con losprocesos cognitivos superiores. Entonces , podemos afirmar desde la cobertura que nos regalan las neurociencias que si los educadores nos centramos en dar primacía y desplegar ,desarrollar, facilitar las herramientas para que alumnas y alumnos tomen conciencia de su propia identidad, de su propia realidad biológica cotidiana , sistémica-ecológica; ( estados emocionales, construcción del pensamientos, de ideas , de creencias…) ; si nos centrarnos en dar claves para que analicen sus propias historiografías a la luz del conocimiento de la cultura, de la sociedad y del arte que las competencias garantizan de un modo constructivo significativo y transversal , sin alejarse de sus experiencias vitales , podemos presumir que estaremos dando los primeras pasos en la construcción de ciudadanos integrados , felices con todo su potencial intelectual y moral centrados en resolver los fuertes problemas que con toda tristeza y dolor intuyo que quizá en menos tiempo del que queremos creer llevará a la extinción a nuestra propia especie.
El cerebro es un órgano biológico, social e histórico que no se desarrolla íntegramente en aislamiento ; así como tampoco se desarrollo practicando las típicas tareas analíticas-secuenciales de verbalizaciones y de algoritmos; es más, con la actitud generalizada en la enseñanza de relevar a un segundo plano unas capacidades respecto a otras sólo conseguimos que los alumnos padezcan hipertrofia cerebral en las zonas del tronco encefálico más vinculadas, predispuestas por la hemisfericidad natural a ponerse en funcionamiento con tales tareas analíticas a las que se les otorga preferencias ; y por otra parte conseguimos hipotrofiar las zonas del cerebro más predispuestas a actuar en el procesamiento de tareas dirigidas a el desarrollo de las capacidades emocionales, la autoconciencia, lo global y holístico, percepción, psicomotricidad, memoria videoespacial ( capacides generalmente con sede localizada en el hemisferio derecho). Esta discriminación hemisférica , esta ausencia de aprendizaje constructivo, anula las capacidades de conexiones sinápticas interhemisféricas las cuales son esenciales para la plasticidad neuronal y la regeneración de tejidos cerebrales. Las enfermedades neurodegenerativas son el enemigo a abatir; y por desgracia las creencias, los procedimientos, la parcialización del conocimiento y la perspectiva de sujeto como individuo aislado sin conexión con la realidad , la intolerancia al error, el etiquetado, el ansia de valoraciones cuantitativas, crean un panorama poco halagüeño para luchar contra esta lacra neurodegenerativa que presumiblemente y a luz de estudios neurocientíficos en treinta años afectará a más de la mitad de la población y se traducirán en esquizofrenias, depresiones, ansiedad

1 comentario:

  1. he disfrutado cantidad tus reflexiones, condensadas, claras, sentidas, entretejidas... como el cerebro, cuerpo y ecosistema como transistema. Mi querido chip, ¿de verdad crees que va a durar mucho esta batería escolar de chips (estudiantes) enganchados en línea y macla ortogonal o para lele pipédika del aula esclava que cubre miles de hectáreas planetarias, como placas de alimentación abductivas, una vez que ya hemos visto, planetariamente, sus resultados, pues el capitalismo, como creencia-sustrato, va para tres años fuera de juego? ¿No será que la web 2.0, que no has citado, le está dando la vuelta a la tortilla? ¿llevaría el capitalismo tres años encerrado en su cueva, dubitativo, si no lleváramos ésta década de implosión de información global, y por tanto democracia global? ¿Crees de verdad, que queda alguien sobre el planeta, que se siga chupando el dedo?

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yesyukan