Mitotia, Chitontikiza, Netonuitzotiliztli

Repetimos: Mitotia, chitontikiza, netonuitzotiliztli... “Cuando las mujeres y los hombres se convierten en danzantes, extienden sus brazos para saludar al sol, a la luna, al cielo y las nubes; y acarician el rostro y el vientre de la madre tierra, haciendo vibrar al cosmos” Se dice que la ejecución perfecta de la danza, provoca estados de conciencia acrecentados, lo que llaman sentidos extrasensoriales; no es otra cosa que lograr por medio de la danza, la comunión y conocimiento interno de nuestro ser interior y trabajar con él, para beneficio propio y de la comunidad, desarrollando realmente nuestras capacidades. El estar satisfechos y satisfechas internamente, logra que estemos en armonía con lo que nos rodea y podamos alcanzar objetivos impensables. En la vida cotidiana de nuestros antepasados, se practicaba la danza en las escuelas de la Flor y el canto, Xochicalli, Cuicacalli, todas las tardes. La danza es una expresión de vida, agradecimiento, alegría, canto a la vida y movimiento constante para no estancarse, no atrofiarse; dicen los abuelos: Agua que no se mueve, se pudre. Por eso la importancia del movimiento de la danza, es la vida en movimiento. La danza es un lenguaje, un lenguaje que habla de la naturaleza, un medio de comunicación y comunión entre el cosmos, los seres humanos y los demás seres vivos. Con la danza interpretamos desde una planta, un animal... hasta una estrella; chitontiquiza, pasar brincando; netonuitzotiliztli, se brinca, salta, brota; itotia, danza; es la expresión del cuerpo y el movimiento coordinado de todos y todas las danzantes interpretando al conejo, venado, ocelote, águila, maguey, guía, maíz, lluvia, fuego, aire, sol, luna... nuestro ser interno manifestándose para lograr el equilibrio, la armonía entre nosotros y todo lo que nos rodea; es sentirse el elemento, la planta, el animal, el cuerpo celeste que estemos interpretando. Quien se precie de ser danzante, desarrollará en su vida cotidiana las actitudes y virtudes por las que se trabaja en la itotia; quien presuma de ser danzante, sólo será como una estrella fugaz, sin gran revelación ni presencia; quien se precie de ser danzante, estará en continuo desarrollo personal, confrontándose firmemente en ese Tezcatlipoca, Espejo de humo, que humea; para observar su crecimiento interno, a travez de todo ese humo que existe y no nos deja percibir con claridad nuestro Ser, y que al lograrlo, nos llevará a lograr la armonía propia, entre lo que está fuera nuestro y dentro nuestro: Tloque Nahuaque. Ser danzante es fluir con los sentidos, brillar como las estrellas, tocar con el sonido del corazón, saltar con alegría, brotar como una flor, borbotar como el agua que mana sin parar de la madre tierra, madurar como un fruto que dará buena semilla. Ser danzante es ser como un cántaro vacío para llenarse de sabiduría; una planta que necesita buenas raíces y elementos para crecer; es lograr ser un hombre o mujer íntegros de corazón, y en continuo movimiento y crecimiento. Mitotia, Itotia-danzar. Chitontikiza, Chitoni-brillar, hablando del fuego, de la luz. Quiza-salir, acabar, cesar, pasearse, manar, fluir, madurar, derramarse, tocar. Netonuitzotiliztli, se brinca, salta, brota Tonuitzoa-brotar, hervir, borbotar Bibliografía: Esplendor del México Antiguo, varios autores EVM. México, leyendas costumbres, trajes y danza; varios autores EVM. Historia Antigua de México, Francisco Javier Clavijero EVM. Diccionario de la Lengua Nahuatl o Mexicana, Rémi Siméon S. XX1. Danza Azteca-Chichimeca C. C. de los Pueblos del Sol Los concheros, investigación de Alfredo Ponce. La danza en Mesoamérica, recopilación por Sandra y Yei Miquiztli. Mexica Tonalitotia, Danza solar mexica. Matemática y Simbolismo en la Danza Autóctona de México, Everardo Lara González. 3° edición, Pub &Pub. La Farmacia Viviente, Humberto Tehuacatl Cuaquehua, Guillermo Mendoza Castelán, Roque Lugo Pérez. U. A. Chapingo.

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