La ausencia de la consciencia fenomenologica, en los canales convencionales de comunicación científica, nos coloca! sin duda, ante un reto singular. "La tenemos, más no sabemos. Que la tenemos". Solo basta saborearla. Tal como hacemos en nuestra vida cotidiana. En aquellos momentos planos. En que la esperiencia, es sentida.
Para los devaneos teóricos sobre el particular. Está la pléyade de lo escrito desde un corazón que siente (lo fenomenológico) y que transmite intersubjetivamente, ese consenso apabullante de sensaciones que (in) definen el VIVIR_VIVIENDO. Pero es el cuerpo-Carne (conectado-con-la). El que vive. Y el que jugando a chamán.a se ensimisma, florece y crece, creando y recreándose.
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yesyukan