jueves, 21 de octubre de 2010

Bolivia es país indio



Un inciso que me acabais de inspirar, alredor de una mesa camilla, cuatro mujeres de la sierra boliviana decidieron acabar con la sangrienta dictadura de principios de los ochenta, cuatro seres vivos bastaron para empantanar la máquina de matar, cuatro, no más bastaron para empezar, según narra Galeano, y supongo muchos más, una revolución, total, porque dejar de comer, decidieron, no más, ¿no más?



Incongruencia entre vestimenta, palabra y acción


Ramiro Reynaga Ramiro Reynaga portando su chamarra de cuero con awayu, de diseño suyo y hechura de artesanos aymaras. Fuente: Revista Awqa Nº 8, Año 1, diciembre 2002-enero 2003, La Paz.

Ramiro Reynaga*

Evo Morales cambió de vestimenta, debe ser consecuente cambiando también de ideas

Tras cinco siglos de noche, terror, colonia, se vislumbran las primeras luces del amanecer.

El Pachakuti, sin embargo, todavía no está en la vida diaria. La oligarquía, la casta militar policial, la burocracia, que son los grandes enemigos de la Nación Aymara, Qheswa, Amazónica, todavía no han sido tocados.

Los tres cambios más importantes son de imagen:

1.- Una cara india está en el palacio de gobierno. 2.- La wiphala va saliendo de la clandestinidad, aunque todavía se le cierra la entrada al palacio. 3.- Proliferan chamarras de awayu y cuero.

Es realidad social, ya no personal.

Tengo algo que ver con el asunto. Jamás lo mencionaría de no tratarse de un hecho histórico importante. Como tal debe ser registrado con veracidad para las generaciones siguientes.

Me indianicé en México. Llegué exiliado por estar mi nombre en el diario escrito por el Ché en Ñankawasú. Fracaso militar, político e ideológico causado por no ver lo patente: Bolivia es país indio.

Mi primer libro, Ideología y raza en América Latina, intentó pues construir un puente entre marxismo y pueblo andino. La derecha gobernante lo acogió con gasolina y fósforo. La teoría europea de izquierda, por su parte, descartó el retrato de la realidad andina como «desviación indigenista».

Puse a un lado la bandera roja y agarré para siempre la wiphala. Lo prueba mi segundo libro, Tawa Inti Suyu, cinco siglos de Guerra India, publicado en Perú, México, España, Japón y también incinerado en Bolivia. Recordé mi primera lengua, paterna, el qheswa. Decidí afirmar mi identidad política con mi apariencia y mi ropa.

Regresé a Bolivia con una larga senk’a, trenza, como la usaba mi abuelo Genaro. Un amigo, Claudio Delgado, vecino de joqho joqho, barrio más conocido hoy como «Amor de Dios», me cosió pantalón y jubón, camisa de wayeta blanca: Era la viva imagen del mestizo recién indianizado.

Otro vecino y amigo, Domingo Mamani, me cosió mi primera chamarra de awayu y cuero, a comienzo de los 80. Esta nueva ropa, como mi segunda piel me cubrió a diario por los caminos del mundo, sobre tierra y sobre alfombras de lujo. Como primer coordinador del recién creado Concejo Indio de Sudamérica me acompañó a Europa, Estados Unidos, Japón, Groenlandia, Cachemira, India, Islas Fidji, Nueva Zelanda y otras regiones.

En Paris una cantante boliviana me regañó: «El awayu es sagrado, no debe cortajearse». Yo estaba seguro, el awayu saldría de los museos para estar en la vida diaria: en chamarras, pantalones, mochilas, maletines, produciendo mercado, trabajo, anuncio, premonición.

Después, un miércoles día de feria en Pocota, compré un costal de papas, con bandas cafés y blancas de diferentes anchos, hecha con lana pesada de llama, costales que hoy desparecen por la invasión de las saqañas de plástico, de a un boliviano cada una. Debido a su grosor no podía combinarse con napa, el cuero delgado apto para el awayu. Usé un cuero grueso y salió muy bien. Seguro me imitarán. La reacción de los aparapitas, q’epiris, cargadores fue de asombro y broma traviesa, al mirarme comentaban riendo: «Yä, kustalä».

La actual chamarra presidencial de Evo Mora-les fue costurada por Beatriz Canedo Patiño, perteneciente a la costra blancoide, enemiga de la Nación Andina. Hubiera sido muy diferente si esta ropa novedosa hubiera sido confeccionada por un artesano aymara-qheswa y regalada al presidente aymara por un Ayllu.

Naturalmente me siento bien al ser imitado por un presidente y, en con-secuencia, por mucha gente más, incluso en Europa y Estados Unidos. Me sentiría mejor, sin embargo, si Evo Morales me hubiera imitado también en algo más profundo que la costura:

Si hubiera dejado también a un lado la bandera roja extranjera y hubiera levantado solamente nuestra wiphala sagrada.

Si dejara de hablar de Bolivia, del Estado colonial centenario y comenzara a hablar en aymara, en qheswa, de la Nación Milenaria Andina, del Qollasuyu, del Tawa Inti Suyu.

Si recordara a Fausto Reinaga: «El hombre es tierra que piensa»; «Ni Cristo ni Marx».

Entonces habría coherencia, complementación, armonía entre vestimenta, pensamiento, palabra, acción. Terminaría la incongruencia de un presidente indio ostentando awayu y levantando el puño izquierdo en señal se servidumbre al hombre blanco, a Occidente, al masacrador de sus abuelos.

Así Evo cumpliría. Cumpliría con su propio pueblo andino colonizado y no con los colonialistas extracontinentales.

* Ramiro Reynaga es escritor y activista de la causa indígena.

Chompa y caricatura internacional


El primer enfrentamiento internacional de Evo Morales fue en 2006 con Vicente Fox, ex presidente de México.

Ante el desaire de Evo, al negar la exportación de gas boliviano a México, Fox le invitó públicamente a «comerse» el gas que no quería negociar. Morales respondió que el presidente Mexicano no debía humillarlo ni a él ni al pueblo boliviano.

Este tema fue motivo de comentario en los medios mexicanos. Paco Calderón, un renombrado caricaturista de ese país, halló motivo en esta polémica para motivar su genio creador. A propósito de «humillación», consideró que era suficiente humillación para el pueblo boliviano el que Evo usara en su gira internacional la famosa chompa a franjas. (Ver caricatura Nº 1 abajo).

En plena temporada de «evomanía», le llovieron al caricaturista críticas por su dibujo de Evo Morales, acusándolo de racista e intolerante. Paco Calderón respondió con otra caricatura, en la que indicaba que el intolerante era Evo por usar su chompa, pues que un jefe de estado vista de esa manera significaría que «le vale una madre» lo que la gente opine. (Ver caricatura Nº 2 abajo).

Lo caricaturesco del asunto es que tiempo después Evo dejó de utilizar la famosa chompa que tanta polémica causó, reemplazándola por una costosa chamarra diseñada con motivos andinos por una modista «in» boliviana.

Caricatura Evo Morales

Caricatura de Evo Morales y su chompa

Indumentaria y mensaje político


Pedro Portugal M.

El 2006, al presentarse Evo Morales ante el rey de España portando una vulgar chompa a franjas, provocó una polémica sobre el rol de la vestimenta en la política. La columnista española Rosa Belmonte asumiendo que la ropa es mensaje, indicó que el aparente desaliño indumentario de Evo Morales «no es más que una declaración de principios». ¿Cuál es pues ese mensaje, esa declaración de principios?

Muchos creyeron ver en la chompa de Evo una contestación al orden establecido y una reafirmación de la identidad indígena. Como excusa se dijo que la chompa era una vestimenta tradicional confeccionada en «costoso tejido de alpaca de alta calidad», tal cual refirió la periodista de la agencia AFP, Gabriela Calotti. Otros bienintencionados urdieron mensajes sobre el significado oculto de las franjas de la vestimenta o que ese tipo de chompas las tejían sólo las madres o hermanas mayores para uso exclusivo del varón de la familia.

Personajes célebres se vieron apremiados de tomar posición. Así, el premio Nóbel de Literatura, José Saramago, defendió en Madrid el jersey de rayas que el Presidente electo de Bolivia llevó durante su visita a España. «Aseguró que la polémica por la vestimenta del líder cocalero se debe a la ‘soberbia estúpida de los pueblos civilizados’».

Pasado el tiempo lo más razonable es pensar que Evo Morales no tenía ningún mensaje explícito o implícito cuando usó esa vestimenta, pues a poco de regresar de su viaje la cambió por las creaciones costosas y «exclusivas» de una modista chic de la ciudad de La Paz.

Esta polémica revela las ideas que sobre lo indio tienen intelectuales y políticos, especialmente en el extranjero. Es importante referirnos a esto, pues estas ideas influyen en la imagen y comportamiento que muchos nos elaboramos de nosotros mismos. Esto es propio de situaciones coloniales, como la que todavía vivimos, donde el colonizado debe responder a las expectativas del colonizador.

Revisando la historia de Evo Morales constatamos la evolución de su vestimenta. Del Evo con traje formal y corbata de sus fotos de bachiller o de invitado a la fiesta de matrimonio de su hermana, pasamos al Evo en mangas de camisa y en ropa informal de dirigente cocalero. Es conocida su imagen con la chamarra de colores del MAS, durante sus campañas electorales. La chompa a franjas se hizo famosa durante su viaje al exterior, previa su posesión presidencial. Brevemente vistió una especie de unku y un chuku durante su entronización indígena en Tiwanaku, en enero del 2006. Finalmente en su posesión legal como presidente lució un elegante traje con motivos de awayu, realizada por la estilista Beatriz Canedo Patiño.

Esta evolución vestimentaria es reflejo de la realidad. Se pueden elaborar los discursos que se quiera, pero las festividades y los actos de ceremonia social en el mundo andino son honradas por sus habitantes generalmente con traje y, con menos generalidad, con corbata. La vestimenta pobre occidentalizada es corriente en zonas de trabajo, como el Chapare y el uso de ropa de campaña política («poleras», chompas, gorros, etc.), es práctica política común en Bolivia.

Hasta aquí Evo no es original y seguramente tampoco es necesario que lo sea. Lo interesante viene con la utilización de su chompa durante su gira. Lo más probable es que no haya habido cálculo comunicativo cuando lo usó al visitar a reyes, presidentes y personajes políticos, a no ser manifestar públicamente su rechazo a las convencionalidades del protocolo. Pero, para sus seguidores no podía ser una simple mala iniciación en las reglas de la etiqueta y por ello se tejieron explicaciones y motivos hasta los más estrafalarios: es decir, afuera definían una vez más lo que el indio quería decir y manifestar.

Felizmente para la causa de la descolonización (y desgraciadamente para los panegíricos y exegetas extranjeros y locales del evismo) el presidente disminuyó drásticamente la frecuencia de uso de esa chompa. Pero sus vicisitudes vestimentarias no terminan aquí. Fue, seguramente, difícil decidir qué vestimenta iba a utilizar en su posesión y ejercicio presidencial. Para su entronización ritual en Tiwanaku Evo utilizó remedos de vestimentas antiguas indígenas (unku y chuku) preparadas por investigadores del Instituto Nacional de Arqueología. La utilización de ese atuendo ritual inventado ex profeso no iba a ir también sin contratiempos. Así, algunos notaron la incorrección de descubrir unos pantalones que asomaban debajo del unku improvisado.

La utilización de vestimenta indígena, por muy inventada que sea, duró solamente unas horas en Tiwanaku. En su posesión legal y hasta nuestros días nuestro presidente utiliza de preferencia costosas creaciones de moda, en las que la preciosura de los diseños toman valor indígena a través de los retazos de awayu que ostentan.

Este asunto de la indefinición vestimentaria de Evo, parece ser símbolo de la improvisación que muchos ven en la aplicación de las políticas del actual gobierno, del deseo de responder a expectativas contradictoria, de una real falta de identidad y de la existencia de presiones (sobre todo externas) para resaltar – aunque sea ficticiamente – la diferencia de un gobernante indígena.

3 comentarios:

  1. bueno. Primeramente buenas noches, soy boliviana, nacida en la bella y hermosa tierra de Santa Cruz de la Sierra Bolivia, y efectivamente todo lo que dice arriba es parte de mi paisy y digo parte porque no todo es asi, Bolivia la mitad es andina, y la otra mitad es selva oriental, en la andina hace frio hay nieve y montañas y está el impetuoso condor dueño de los andes, las personas del altiplano son personas dignas y muy trabajadoras todas ella, y la otra mitad es verde exuberante y alegría cancion y baile, y las personas son muy trabajadoras igual, y hay una tercera parte que es el chaco, igual , calor, baile y tradición, ... Bolivia no es un pais indio entero, hay 36 pueblos en ella cada uno con su idioma costumbres y creencias, y como todos con nuestros problemas.....les dejo on enlece para que conozcan mi bella tierra https://www.youtube.com/watch?v=-04pAgXDRSE

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  2. SANTA CRUZ DE LA SIERRA - BOLIVIA.wmv ....... asi titula en youtube.... esta es la otra cara de Bolivia ... me bella Santa Cruz, donde nacen laj mujerej maj bellaj...

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yesyukan