Introducción: El Surgir una Biología de Sujetos
Años después de la decodificación del genoma humano, la biología se ha movido hacia un nivel de cuestiones nuevo. Este desplazamiento viene de un casi inexperado resultado del mayor proyecto de secuenciación jamás desarrollado. Como resultado, la atención rápidamente se amplió para incluir no solo las secuencias genéticas, sino también problemas más sistémicos de regulación y desarrollo. Muy muy recientemente la película global de la biología se ha vuelto mucho más compleja que lo que había sido previamente.
Más allá de las capas ya de por sí altamente complejas de los genes está el nivel de la interacción genética -- la computadora genética que "andamiaja" (scaffolding) la ontogénesis, que media con las influencias externas, y actúa como un marco somático de autoreferencia (Kirschner y Gerhart 2005). La regulación epigenética juega un papel mucho más importante que lo previamente pensado, haciendo capaz al organismo individual de tener influencia en el destino de sus genes (Jablonka y Lamb 2005; Bauer 2008). Está ahora bien establecido que los comportamientos parentales pasan genéticamente (Bauer 2008) e incluso que las prácticas culturales de tratamiento infantil pueden directamente influir en los genomas de l@s niñ@s (Powell 2009). El paradigma emergente, más holista, de la regulación biológica y de la identidad, también toma en cuenta el hecho de que la identidad de los sujetos biológicos no es a menudo la de la una especie sola: recientemente, el hecho de que la mayoría de organismos superiores (sic) tienen que ser vistos como "metabiomas" como consorcios entre miles de especies simbióticas la mayoría bacterias, constituye otro baile más bajo nuestros pies (Ley et al. 2008).
Muchos de estos hallazgos cuestionan la metodología de la ciencia biológica como tal, que hasta ahora ha sido guiada por una aproximación thoroughly mecanicista basicamente fundamentado en la física clásica (ver Weber y Varela 2002 para una discusión más amplia). Particularmente, y casi inesperadamente, el Dogma Central de la genética ha sido atacado. A la hora de entender como exactamente -- y cuales -- los genes "diseñan" el cuerpo, la visión de que la vida está organizada como una cadena de órdenes militares, se ha quedado corto. Nos hemos vuelto conscientes de que un organismo debe ser visto por un lado como un ecosistema, como un "superorganism" construido a partir de innumerables sujetas células (Turnbaugh et al. 2007). Por otro lado, está ahora bien establecido que el simple organismo no es una cascada lineal de causas y subsiguientes efectos. Las visiones actuales en la investigación biológica empírica, particularmente en genética del desarrollo, proteómica, y biología de sistemas, están empezando a apreciar la autoproducción circular y la autopoyesis como factores centrales de los seres vivos. La codificación genética, y los procesos de desarrollo y regulatorios, están siendo discutidos cada vez más en términos de interpretación, significado biológico y subjetividad (Kirschner y Gerhart 2005).
Estos hallazgos no solo retan la aproximación empírica al organismo. También transforman nuestras asunciones subyacentes acerca de lo que la vida es. ¿Es un organismo una máquina, ensamblada de partes que tienen que ser a su vez vistas como máquinas aún más pequeñas? ¿O es la Vida un fenomeno en el que la subjetividad, la interpretación y la necesidad existencial son jugadores/as claves que no pueden ser excluídos del cuadro sin distorsionar nuestra comprensión de la vida -- y sin obstruir el paso seguir explicando el fncionamiento de un organismo?
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